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España es el único país de la UE donde desciende la productividad

EE UU sigue dejando atrás a Europa en cuanto a calidad de vida, productividad de las empresas y renta per cápita, según advirtió ayer la Comisión Europea. La falta de innovación y de personal cualificado, dos lacras que según Bruselas pesan en especial sobre la economía española, explican el diferencial de competitividad entre ambos continentes.

La situación no es nada halagüeña para España, según los datos que recoge el quinto informe sobre competitividad (correspondiente al año 2001) presentado ayer por el comisario de Empresa y Sociedad de la Información, Erkki Liikanen. España es el único país de la Unión Europea donde el índice de productividad en el sector industrial ha caído desde 1996. Frente a un crecimiento medio del 3,2% en la Unión, la economía española sufre una tasa negativa del 1,4%. La señal de alerta de la Comisión se suma al reciente mensaje en el mismo sentido del Banco de España. El comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, también ha advertido que tomará en cuenta el potencial de crecimiento de cada país a la hora de analizar los objetivos de déficit fiscal y endeudamiento público que cada Presupuesto puede tolerar. El recalentamiento de la economía española, con una inflación muy por encima de la media (3,2% frente a 2,4%), inquieta a la zona euro.

Tanto España como la UE se encuentran muy lejos del crecimiento de la productividad en EE UU (5,5% desde 1996). Liikanen reconocía ayer que "la UE ha vivido una aceleración del crecimiento y un aumento de empleo a finales de los años noventa", pero se preguntaba a continuación "por qué sigue aumentando la diferencia respecto a EE UU en cuanto a competitividad y calidad de vida". Pregunta retórica, sin duda, porque el informe del comisario parece contener la respuesta.

Investigación y desarrollo, capital humano y difusión de las nuevas tecnologías destacan como las variables que determinan, según la Comisión, el crecimiento de la productividad. En todas ellas, según Bruselas, la UE continúa rezagada.

La inversión empresarial en nuevas tecnologías alcanzó en Europa en 1999 el 2,4% del PIB, frente al 4,5% en EE UU, según la Comisión. Bruselas calcula que como consecuencia de esa menor inversión Europa puede haber perdido entre el 0,3% y el 0,5% de crecimiento del PIB.

Empleos vacantes

Para la Comisión también resulta alarmante la falta de personal familiarizado con las nuevas tecnologías. El informe prevé que en 2003 el 13% de los puestos de trabajo en el sector informático no se podrán cubrir. En total, 1,7 millones de puestos de trabajo vacantes.

La productividad per cápita en Europa fue aproximándose a la de EE UU hasta 1995, pero desde entonces la brecha no ha hecho sino aumentar y ahora es ya un 25% menor que la estadounidense. En esos años, el PIB español creció por encima de la media europea, al tiempo que se redujo en España significativamente el desempleo. La mayor masa laboral explica en gran parte la pérdida de productividad en España. Pero la Comisión resalta además otros elementos que han contribuido a la decadencia productiva en el último quinquenio.

"España figura entre los países con un indicador más bajo en cuanto a investigación y capital humano, y tiene el índice más bajo de uso de nuevas tecnologías". Portugal supera ya a España en número de usuarios de Internet, a pesar de que el país vecino soporta los precios más caros de la UE en servicios de telecomunicaciones. España no le va a la zaga, pues ocupa la tercera plaza en carestía de teléfono e Internet.

Los dos países ibéricos comparten también la tasa más baja de exportaciones de productos tecnológicos. Portugal, al menos, figura en el grupo de países (junto a Irlanda, Luxemburgo, Finlandia y Grecia) cuya productividad supera la media europea e, incluso, la de EE UU.

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