La crisis obliga a congelar proyectos residenciales en la Costa del Sol
El negocio del turismo residencial en la Costa del Sol aguanta, aunque desde septiembre se han congelado proyectos inmobiliarios financiados con capital extranjero y el periodo de comercialización ha pasado de 12 a 24 meses. No obstante, la demanda británica y alemana de gran capacidad adquisitiva se mantiene.
La crisis internacional desatada en septiembre ha provocado que se congelen grandes inversiones inmobiliarias de la Costa del Sol impulsadas por grupos extranjeros, al tiempo que desde principios de 2001 se ha experimentado un importante incremento del periodo de comercialización de los apartamentos y casas de segunda residencia. Es decir, se tarda más tiempo en vender las viviendas.
El presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores de Turismo Residencial y presidente de la promotora R&A Capital, Ricardo Arranz, sostiene que "algunos proyectos de gran dimensión que estaban arrancando se han aplazado, simplemente, para ver qué ocurre en los próximos meses".
No obstante, las inversiones en curso siguen adelante sin altibajos y los promotores nacionales "no han dado ningún síntoma de desánimo", afirma Arranz.
La demanda, por ahora, tampoco muestra signos de retroceso. El único cambio que se ha experimentado es que el comprador británico ha superado al alemán en volumen de compras, en parte impulsado por la fortaleza de la libra, pero también porque conoce mejor la zona.
Desde Promotur, organización que agrupa a promotores turísticos y deportivos de Andalucía, Pedro Rodríguez dice que la demanda de vivienda de gama alta goza de buena salud. "Si acaso se ha resentido la de precios medios y bajos".
El delegado en la Costa del Sol de Aguirre & Newman, Vicente Rubio, coincide en señalar que el litoral malagueño "está aguantando bien, dentro de la leve desaceleración que en general se ha registrado". En este sentido, en el primer semestre del año se ha registrado un descenso del 5,45% en la cifra de proyectos de vivienda nueva visados en el Colegio de Arquitectos de Málaga, mientras que en los municipios de la Costa del Sol la evolución ha sido positiva, 0,5% más.
Vicente Rubio precisa que ha detectado a lo largo de este año cómo el periodo de comercialización ha pasado de 12 meses en 2000 a un plazo de entre 20 y 24 meses este año.
Este hecho, sin embargo, se interpreta desde la consultora Aguirre & Newman como una muestra "de es-tabilidad, porque antes los ritmos de venta eran exa-gerados".
El ritmo de venta en la capital dobla el del litoral
Si el ritmo de comercialización de la vivienda nueva en la Costa del Sol se ha demorado hasta casi los 24 meses, en Málaga ciudad el ritmo es vertiginoso: 12 meses, según un estudio elaborado por Aguirre & Newman, en el que, además, se pone de manifiesto cómo las actuales existencias de vivienda nueva únicamente son suficientes para atender la demanda durante cuatro o cinco meses.
El ritmo de ventas es tal que el producto llave en mano prácticamente no existe y las promociones están vendidas al completo cuando concluyen las obras. La oferta residencial en la ciudad a comienzos de año era de 3.300 viviendas, de las que 2.500 se habían vendido entre los meses de enero y octubre, con un gasto global de 51.000 millones de pesetas (306,5 millones de euros).
Frente al incremento de precios del 16% contabilizado en Málaga en 2000, Aguirre & Newman espera una cierta moderación para este ejercicio, de modo que el aumento se sitúe en torno al 11%. Para 2002 prevé que los precios experimenten un crecimiento de entre el 4% y el 6%.