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El 25% de empresas españolas reconoce que ha sufrido algún delito económico

El 25% de las compañías españolas ha sufrido algún tipo de delito económico en los dos últimos años. Una cifra bastante inferior a la del conjunto de las empresas europeas, que alcanza el 42,5%. Esta es una de las conclusiones del informe que sobre el delito económico en Europa ha elaborado PricewaterhouseCoopers.

El abuso de poder y la malversación de fondos son los principales delitos económicos que sufren las empresas en Europa. En tercer lugar se sitúa el delito cibernético que, sin embargo, es uno de los que más preocupación despierta en las empresas de cara al los próximos años. Son algunos de los datos que se recogen en el estudio Delito económico en Europa 2001, elaborado por PricewaterhouseCoopers a partir de 3.400 entrevistas con responsables de las principales empresas europeas.

El informe resalta que los fraudes cometidos por personas pertenecientes a la empresa son mucho más frecuentes que los perpetrados por personal ajeno. De hecho, en España los delitos de malversación de fondos o de abuso de poder fueron realizados individualmente en el 84,2% y en el 89,7% de los casos, respectivamente, lo que muestra, según el estudio, que los fraudes empresariales cometidos por bandas organizadas son una minoría. El delito económico no sólo tiene consecuencias directas, la mayor parte de las compañías que han sufrido malversación de fondos o abuso de poder aseguran que a raíz de estos delitos se han visto obligados a emprender una reorganización de los mandos directivos de la organización, así como del modelo administrativo de la compañías.

El sector que contabiliza un mayor número de operaciones fraudulentas es el de servicios financieros. Y los departamentos de compras de las empresas son, por lo general, otro de los focos principales en los que se han localizado fraudes como falsificación de proveedores, facturas y precios inflados, por ejemplo. Otra de las conclusiones del informe es la dificultad para detectar los delitos económicos. La mayoría de las empresas (58%) afirma que la casualidad jugó un papel clave a la hora de descubrir el fraude. Tanto en España como en el resto de Europa, la responsabilidad de prevenir y detectar posibles fraudes recae en el consejo de administración (50% de los encuestados) o en los departamentos de auditoría interna (35% de los casos).

Pesimismo

Son pocas las compañías que recuperan el dinero defraudado. En Europa, sólo el 20% de las empresas han sido capaces de recuperar más de un 50% de las pérdidas. Hay un mayor número de empresas en España (46,9%) que declara haber recuperado más de la mitad de las pérdidas originadas por el fraude.

En cualquier caso, las compañías europeas no se muestran muy optimistas de cara al futuro. De hecho, sólo un 17% de las que han sufrido algún tipo de fraude afirma confiar plenamente en su política de prevención de delitos económicos.

Es más, la mayor parte de las empresas se muestra preocupada por el posible aumento del riesgo de fraude en un futuro. El 51% de las compañías cree que en la actualidad tienen igual o mayor riesgo de ser víctimas de un delito económico que hace cinco años.

El fraude cibernético, que en la actualidad sólo afecta al 8,8% de las empresas europeas, es uno de los considerados como más preocupantes para los próximos cinco años por un 24,2% de las compañías encuestadas.

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