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COMERCIO EXTERIOR

Los abejorros de Agrobío fecundan los campos de tomate de Marruecos

La idea de criar colmenas de abejorros para fecundar las tomateras que crecen bajo plástico en los campos en Almería tomó forma en la sociedad limitada Agrobío en 1996. Hoy el 99% de los horticultores de la región confían en la eficacia de la polinización mediante insectos y Agrobío vende casi la mitad de ellos. Su éxito le ha abierto las puertas en Europa y su eco ha atraído clientes de Marruecos, Túnez y México.

Hace cinco años sólo el 5% de los cultivos de tomate de Almería utilizaban abejorros para cuajar los frutos, ya que bajo la protección del plástico el viento no puede actuar para que el polen se desprenda de los estambres de la flor y descienda hasta el estigma.

Para conseguirlo, la mayoría recurría a las fitohormonas, con lo que se exponían a obtener tomates de pulpa reblandecida o incluso sin pepitas, no aptos para la exportación. Esto, junto con la sospecha de que la extensión de su uso ha favorecido ciertas enfermedades cancerígenas, inclina cada vez más a los legisladores a penalizar esta práctica. Los pocos agricultores que querían conseguir tomates de calibre y calidad, se dedicaban a la laboriosa labor manual de aplicar a las flores un vibrador eléctrico.

Sin embargo, desde 1987 se conocía que se conseguía una polinización mucho más efectiva de las tomateras mediante la colaboración de abejorros de tierra (bombus terrestris), porque las abejas no trabajan bien en invernaderos y, como son insectos más selectivos, la flor del tomate les parece poco apetecible, pues carece de néctar.

En 1996 el dueño del vivero Almeriplan, José Antonio Santoromán, fundó en La Mojonera la única planta reproductora de abejorros de España, Agrobío, después de conseguir que otra biofábrica holandesa, BBB, aportara su experiencia al proyecto y que el Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) y el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) apoyaran la idea mediante créditos blandos. Empezó con cuatro empleados y hoy son ya 40 para producir "colonias comerciales" de abejorros. Se trata de gérmenes de colmenas, familias de un centenar de abejorros, y se fabrican con cartón, algunos componentes plásticos y algodón. Una botella de azúcar y agua sustituye sus necesidades de néctar.

Agrobío ha logrado tal implantación de su método de polinización que un 20% de su facturación anual -400 millones de pesetas (2,4 millones de euros)- procede del extranjero, fundamentalmente de los países europeos mediterráneos, pero también de Marruecos y, en menor proporción, de Túnez y Egipto. Hasta México está importando su tecnología Canarias, es el próximo objetivo de mercado.

 

Acuerdo con Novartis para erradicar plagas

Agrobío tiene dos grandes líneas abiertas para diversificar su negocio. Por un lado, intenta introducir las colonias de abejorros en otros cultivos hortícolas, como pimientos y calabacines. Pero en lo que José Antonio Santoromán tiene fundadas más esperanzas es en el negocio del desarrollo del llamado control integrado de cultivos.

A medida que se restringe el uso de los pesticidas, crece el interés por estudiar el comportamiento de ciertos insectos predadores para combatir las plagas. Santoromán cita a las mariquitas, que se comen los pulgones. "Son insectos que ayudan a reducir la utilización de productos químicos y fitosanitarios, con lo cual se obtienen productos más saludables". Para investigar la aplicación comercial de estos conocimientos, ha llegado a un acuerdo con la división agroquímica de la multinacional Novartis.

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