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El temor de los inversores golpea con fuerza a Brasil y Argentina

La grave crisis que viven Argentina y Brasil se ha disparado. Al igual que ocurre con la desaceleración económica mundial, la incertidumbre creada tras los atentados terroristas en Estados Unidos ha creado serios temores entre los inversores. En este contexto, el ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, ha puesto en duda la continuidad del Mercosur, lo que generó una seria crisis entre ambas naciones.

Una crisis interminable. Tal parece ser el caso de lo que viene ocurriendo en Argentina y Brasil a lo largo de este año.

La salida de capitales que viene golpeando a las dos economías en los últimos cuatro meses ha cobrado particular virulencia en Brasil tras los acontecimientos de Nueva York y Washington. En las últimas jornadas, hasta el viernes pasado, el banco central ha intervenido masivamente para frenar la depreciación del real, a través de la venta de dólares y de títulos públicos que ajustan su precio por el dólar, es decir, dolarizados.

Pero los operadores de mercado informaron que el jueves y viernes pasado, la autoridad monetaria utilizó parte de las reservas internacionales para poner un límite a la compra de dólares. Con estos instrumentos monetarios, el banco central pudo, a duras penas, retirar reales del mercado y poner cierto freno a la demanda de dólares y sostener la cotización de su moneda. En total y de manera oficial, el Gobierno licitó 6.000 millones de dólares en bonos del Tesoro, sin contar la utilización de fondos de las reservas. A pesar de todo este esfuerzo, el real concluyó la semana a 2,75 unidades por dólar. En los últimos siete meses, la moneda brasileña ha perdido el 35% de su valor frente a la divisa estadounidense. El viernes, el FMI aprobó el ya anunciado préstamo preventivo de 15.580 millones de dólares. Con este monto, el Gobierno espera hacer frente a la situación.

Más leña al fuego

Mientras el presidente Fernando Henrique Cardoso se esfuerza por evitar la caída del real, Cavallo amenazó el jueves a Brasil con "revisar seriamente" el Mercosur. Tras criticar la persistente devaluación del real, que hace perder competitividad a la producción argentina, Cavallo amenazó con pedir medidas arancelarias compensatorias para su país. Cardoso respondió que "Cavallo pasó todos los límites" y reafirmó que su Gobierno continuará con un tipo de cambio fluctuante. Las declaraciones del superministro provocaron fricciones en el gabinete.

Esta nueva crisis no cae del aire. Los bancos de inversión y las calificadoras internacionales prevén tiempos difíciles para los mercados emergentes: endurecimiento de las condiciones del crédito y caída de los flujos. De hecho, lo que viene ocurriendo en Brasil y Argentina ilustra un comienzo de fuga de capitales que, tras los ataques terroristas, amaga con agudizarse. Los precios de los bonos en el mercado de deuda emergente cayeron el jueves y el viernes, en una clara muestra de la aversión al riesgo de los inversores. La crisis se agrava cada día.

 

Un partido coligado en el Gobierno argentino, al borde de la disolución

La economía está sacudiendo violentamente el panorama político de Argentina. La crítica situación que atraviesan la Unión Cívica Radical (UCR), el tradicional partido de clase media al que pertenece el presidente Fernando de la Rúa, no alcanza, sin embargo, la gravedad de la que soporta su socio de coalición, el Frente País Solidario (Frepaso).

Creado y dirigido hasta hace tres meses por el ex vicepresidente Carlos Álvarez, esta agrupación de centro-izquierda con una fuerte base electoral en la capital argentina, está al borde de la desaparición. Extremadamente debilitado tras el abandono de la política por parte de su fundador, miembros de su grupo parlamentario -integrado en el de la gobernante Alianza- han dejado trascender que este partido evalúa su disolución y la integración de sus miembros en la nueva Alianza por una República de Iguales (ARI), dirigido por la diputada disidente del radicalismo y estrella ascendente en la política argentina Elisa Carrió.

De hecho, varias de sus principales figuras ya han emigrado hacia la ARI. El mismo Álvarez ha manifestado indirectamente sus simpatías hacia las denuncias de Carrió contra la corrupción y el lavado de dinero negro.

Pero la crisis del Frepaso no es más que un reflejo in extremis de la que soportan no sólo los radicales sino también el opositor peronismo. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, un peronista que aspiraba a suceder a De la Rúa en el 2003, se enfrenta a una ola de protestas sociales sin precedentes ante la crisis económica que sacude a su distrito. Hace dos semanas, el ex presidente radical Raúl Alfonsín y el ex vicepresidente peronista Eduardo Duhalde intentaron tejer un acuerdo para formar un Gobierno de coalición tras las elecciones del 14 de octubre. Otra iniciativa que fracasó.

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