Lamy insiste en defender el subsidio agrario ante otra ronda comercial
La Unión Europea y Estados Unidos aceleran estos días sus negociaciones con los países emergentes, en busca de un apoyo para una nueva ronda comercial.
La Unión Europea y Estados Unidos aceleran estos días sus negociaciones con los países emergentes, en busca de un apoyo para una nueva ronda comercial, que, según el director de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Mike Moore, "sólo puede traer beneficios a los países más pobres". Aunque todos los países reconocen que se ha logrado un cierto avance, las posiciones están todavía muy alejadas a menos de un mes y medio para la celebración de la cumbre ministerial de la OMC en Doha (Qatar).
Mientras Moore insiste en que la apertura de las barreras comerciales dará a los países subdesarrollados unos ingresos cinco veces superiores a la ayuda al desarrollo que reciben, los países más avanzados, como EE UU y la UE insisten en la defensa del mercado local. "El subsidio a los agricultores es una elección política que hace Europa. Es parte de nuestra cultura y de nuestra herencia", explicó la semana pasada en Bruselas Anthony Gooch, portavoz del comisario europeo de Comercio, Pascal La-my. Con esta postura, aunque afirmando su interés por "acercar posiciones", ha acudido Lamy a la reunión ministerial de México, en la que han participado unos 20 ministros de Comercio de los cinco continentes y al encuentro de países exportadores, que se celebra estos días en Punta del Este (Uruguay).
Las reivindicaciones de los países emergentes se centran en el cumplimiento de los acuerdos de la Ronda de Uruguay (1986-1993), tal y como afirman India, Pakistán, Malaisia y otras naciones asiáticas, que son las que se oponen más enconadamente a una nueva ronda. Una postura similar comparten los países de Centroamérica y Brasil. Los países del istmo y del Caribe acordaron la semana pasada defender una posición única en la cumbre de Doha, que basará en la eliminación de las barreras a sus exportaciones agrícolas.
La gira de Moore por Costa Rica, México, Guatemala, Colombia y Brasil defendiendo la liberalización comercial termina sin despertar el entusiasmo entre los escépticos.