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El contrato a tiempo parcial sigue estancado pese a la reforma laboral

La última desregulación del contrato a tiempo parcial que decretó el Gobierno en marzo pasado y que era demandada por los empresarios no ha servido de nada. Los trabajadores de media jornada siguen representando sólo el 8,2% del total, porcentaje que viene demostrándose inamovible en los últimos años. Bien es cierto que este año se están registrando más contratos a tiempo parcial, sobre todo entre las mujeres. Pero éste es un fenómeno que se ha visto acompañado de una masiva destrucción de empleo a tiempo completo femenino en el segundo trimestre del año.

El Gobierno terminó cediendo el pasado mes de marzo a las presiones de la patronal e incluyó en su reforma laboral una desregulación del contrato a tiempo parcial, para hacerlo más flexible, tal y como demandaban los empresarios. Pues bien, después de cinco meses, el peso de los contratos a tiempo parcial sobre el total de trabajadores españoles sigue siendo el mismo que en los últimos dos años: el 8,2%.

La idea de fomentar este tipo de empleo no es nueva. De hecho, el primer equipo del Ministerio de Trabajo de los Gobiernos del PP, liderado por Javier Arenas, se percató de la poca utilización del contrato a tiempo parcial (entonces ya era del 8% frente a una media del 16% en la Unión Europea) y logró, en 1998, cerrar un pacto con los sindicatos para regular el contrato a tiempo parcial. Entonces fijó el máximo de este tipo de jornada en el 77% de la jornada a tiempo completo, mejoró la protección social de estos trabajadores y estableció un complicado sistema de horas complementarias que debían pactar el empresario y el trabajador. Además se establecieron incentivos para estos contratos.

Esta reforma no consiguió en ningún modo aumentar el tiempo parcial y de ahí que el Gobierno accediera en marzo pasado a deshacer parte de dicha regulación y eliminar el tope máximo de jornada y dar mayores facilidades al empresario para organizar el número de horas trabajadas según sus necesidades.

Esta contrarreforma tampoco termina de funcionar. Sin embargo, sí está registrando ligeros incrementos en la creación de empleo a tiempo parcial entre las mujeres, que son ya de por sí las que más utilizan este tipo de contrato.

En la actualidad existen en España 14.706.600 ocupados, de los que 13.493.800 lo son a tiempo completo y los 1.212.800 restantes a tiempo parcial. De estos últimos, el 78,6% (953.700) son mujeres y el 21,4%, hombres.

Pero este mayor volumen de empleo femenino a tiempo parcial es cada vez mayor y si algún efecto está teniendo la última desregulación es el de que la totalidad del trabajo a tiempo parcial que se crea es ocupado por la mujer.

De esta forma se está produciendo un efecto en parte pernicioso. Se trata de un fuerte trasvase de empleo a tiempo completo femenino, que ha experimentado una importante disminución, hacia la creación de empleo a tiempo parcial. Así lo demuestran las cifras de la encuesta de población activa (EPA) del segundo trimestre del año. Entre abril y junio se crearon 20.400 puestos de trabajo a tiempo parcial, que fueron ocupados por mujeres al tiempo que se destruyeron 17.200 empleos femeninos a tiempo completo. Esto supone que los 3.200 nuevos puestos creados en el segundo trimestre para la mujer fueron de tiempo parcial.

Este dato contrasta de forma importante con el hecho de que de los 87.500 nuevos empleos creados en el último trimestre y que fueron ocupados por hombres, 86.900 eran de jornada completa (99,3%) y sólo 600 a tiempo parcial.

Este trasvase -que ha elevado el porcentaje de ocupación femenina a tiempo parcial del 17% al 22% en el último año- es el que explica que pese a aumentarse notablemente la cifra de nuevos empleos de jornada parcial, el total de estos puestos de trabajo sigue estancado en el 8,2%.

Parece claro que España empieza a sumarse al carro de los países de la UE, en los que donde más se utiliza el contrato a tiempo parcial, menos tasa de paro femenina se registra. El máximo exponente de este hecho es Holanda, donde el volumen del trabajo a tiempo parcial de las mujeres asciende al 68% del total y la tasa de desempleo femenina está situada en un 2%. España, donde el 22% del total de mujeres ocupadas trabaja a media jornada y la tasa de paro femenina es el 18,9%, es el ejemplo antagónico.

Las voces críticas a este fenómeno surgen del lado sindical, en el que algunos opinan que el hecho de que sólo se cree trabajo femenino a tiempo parcial es un grave síntoma de pérdida de calidad en el empleo, ya que en la mayoría de los casos no se trata de una elección personal, sino que se ven obligadas a ello.

 

Andalucía es la principal bolsa de trabajo a media jornada

Además de estar convirtiéndose en un tipo de empleo eminentemente femenino, la ocupación a tiempo parcial se caracteriza por otro hecho singular. El 85% (1.031 empleos) del total de puestos de trabajo de estas características se encuentra en el sector servicios. Seguidamente aparecen el resto de los sectores con cifras simbólicas como los 82.200 puestos de trabajo de la industria, seguida de la agricultura (72.100) y la construcción, con sólo 26.900 empleos a tiempo parcial, de los que 10.600 son ocupados por mujeres.

Si se combinan estas dos circunstancias -que el empleo a tiempo parcial es mayoritariamente femenino y en el sector servicios- con las tasas de paro de la mujer en España se observa que Andalucía, con la mayor tasa de desempleo femenino de España (31,6%) y un importante peso del turismo, es la principal bolsa de empleo a tiempo parcial en un futuro próximo.

Aún mayor es la tasa de paro femenina de Extremadura, que es la más alta de España, con un 34% de sus mujeres activas desempleadas. Si bien en esta comunidad el sector servicios no está tan presente como en Andalucía. El resto de las comunidades que podrían encontrar un filón en el empleo a tiempo parcial femenino son, entre otras, Galicia, Murcia, Castilla- La Mancha, Castilla y León y Cantabria.

Se da también la lógica circunstancia de que la gran mayoría de la población ocupada con jornadas menores son asalariados.

Respecto a la calidad del empleo a tiempo parcial, ésta es también inferior a la de la ocupación a jornada completa.

Esta afirmación se sostiene al observar que uno de cada dos asalariados que trabaja a tiempo completo tiene un contrato indefinido, mientras que sólo uno de cada cuatro empleados con un contrato a tiempo parcial es indefinido.

 

UGT de Cataluña pide frenar la reforma de los convenios

El secretario general de la UGT catalana, Josep Maria Álvarez, reclama al Gobierno que frene la reforma de la negociación colectiva o, al menos, que modifique los términos en los que ha sido planteada.

En una entrevista a Cinco Días, el dirigente sindical catalán considera inadmisible la desaparición de los convenios autonómicos y provinciales y mantiene abierta la posibilidad de convocar una huelga general si el ejecutivo no cede en sus pretensiones. "No sólo no descartamos esta posibilidad, sino que el Gobierno la debe tener en cuenta a la hora de tomar sus decisiones", señaló Álvarez.

El secretario general de la UGT de Cataluña considera que la supresión de los convenios autonómicos y provinciales y su sustitución por un acuerdo de mínimos "obligaría a negociar empresa por empresa y dejaría a muchos trabajadores sin convenio". Álvarez confía en que su posición sea compartida por la dirección del sindicato en Madrid, si bien los convenios autonómicos no parecen ser la principal preocupación de la ejecutiva confederal. Más cercanas están las posiciones de ambas en lo que respecta al rechazo frontal a la limitación de la ultraactividad (prórrogas automáticas de los convenios cuando finaliza su vigencia y no se ha negociado uno nuevo).

División sindical

Si el Gobierno sigue adelante con sus planes, para responder con éxito "a una agresión de tal magnitud", el secretario general de la UGT de Cataluña cree imprescindible restablecer las relaciones con CC OO. Álvarez reconoció, no obstante, que en Cataluña la situación es más compleja que en otras ocasiones, "ya que cada uno defiende la posición de su respectiva confederal y no es fácil mantenernos como un oasis".

Las diferencias entre ambos sindicatos en Cataluña se acentuaron después de que UGT convocara un referéndum para conocer el respaldo que tendría en la comunidad una eventual huelga general. Según el sondeo, celebrado a finales de mayo, el 83% de los consultados era favorable a esta medida.

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