El Primero de Mayo traslada a la calle la amenaza de huelga general
La celebración del Primero de Mayo en España estuvo marcada ayer por 'el momento de confrontación más fuerte entre el Gobierno de José María Aznar y los sindicatos'. Así arrancó ayer su discurso el secretario general de CC OO, José María Fidalgo, ante las miles de personas (unas 20.000) que acudieron a la manifestación celebrada en Madrid con motivo del Día del Trabajo.
La irritación sindical por la reforma de la protección por desempleo que prepara el Gobierno protagonizó ayer las manifestaciones celebradas en las capitales de provincia de toda España con motivo del Primero de Mayo.
Aunque por un acuerdo previo, las palabras 'huelga general' no salieron de la boca de los máximos líderes sindicales del país, pese a la expectación de los asistentes a la concentración, ni José María Fidalgo (CC OO) ni Cándido Méndez (UGT) dejaron resquicio a la duda: por sus discursos quedó bien claro que la maquinaria para celebrar un paro general en protesta por la reforma del desempleo ya está en marcha.
Sólo la retirada 'total y definitiva' de la propuesta por parte del Gobierno frenaría la convocatoria de esta huelga general el próximo 20 de junio, la primera a la que tendrá que hacer frente un Ejecutivo del PP.
'No vamos a retroceder ni un milímetro, no nos vamos a arrugar y será usted, señor Aznar, quien tenga que recoger velas', dijo Méndez, quien calificó la reforma de 'agresión irracional' y 'ensañamiento estúpido' contra los trabajadores, para terminar responsabilizando al presidente del Gobierno de 'las medidas de rechazo que sobrevendrán al filo de la Cumbre Europea de Sevilla', en clara referencia a la huelga general. Fidalgo, por su parte, cerró toda posibilidad al diálogo con el Gobierno al advertir: 'Los sindicatos no vamos a negociar ni una sola de las medidas propuestas' por el Ejecutivo. Dicho esto, concretó que los máximos órganos de dirección de CC OO y UGT se reunirán el próximo 23 de mayo para 'proponer una acción que ya está en vuestros labios -por los gritos de huelga de los asistentes- y en los titulares de prensa'.
Hasta esa fecha, en la que está previsto que las centrales convoquen oficialmente la huelga general, 'tenemos que insistir machaconamente y hasta el aburrimiento en los argumentos de los sindicatos' para convocar el paro, recalcó Méndez.
Ayer, los máximos líderes sindicales volvieron a exponer estos argumentos. Según sus denuncias, la reforma del Gobierno supondrá 'casi el despido libre', por la eliminación de los salarios de tramitación; la restricción del acceso a la protección por desempleo de los trabajadores más desfavorecidos, al tiempo que se acelerará la salida de cientos de miles de trabajadores de forma 'burocrática, no legal y posiblemente inconstitucional', dijo Fidalgo.
Ambos líderes sindicales relacionaron también esta reforma y la manera 'autoritaria en la que ha sido presentada por el Gobierno con la amenaza de la ultraderecha que se cierne en Francia. 'Lo que está haciendo Aznar', dijo Fidalgo, 'es peor que toda su política económica de derechas, es abrir camino a un Le Pen', y añadió que 'esto tiene más de político que de económico'. Por su parte, Méndez criticó que 'en España votan a Aznar los colegas de Le Pen en Francia', para concluir su intervención diciendo que 'así, los del PP, con esta reforma, no pasarán'. Junto a los sindicalistas encabezaron la protesta de Madrid el portavoz de economía del PSOE, Jordi Sevilla, y el líder de IU, Gaspar Llamazares.
'El yerno de Aznar'
Además, las consignas gritadas en la manifestación de Madrid apuntaban a quienes, según los sindicatos, son los culpables de los recortes de derechos laborales que se avecinan. Así, durante todo el recorrido se escucharon frases como 'trabajo temporal para el yerno de Aznar', 'Aparicio eres un desperdicio' y 'ojo al dato que viene Rato'.
Junto con la de Madrid, la otra manifestación más numerosa fue la de Barcelona, con más de 26.000 personas, y que también transcurrió sin incidentes y con gritos a favor de la huelga general. El llamamiento al paro también lo hicieron los líderes regionales de ambos sindicatos en diversas regiones como Madrid, Murcia, Navarra o Comunidad Valenciana. En toda Andalucía unas 40.000 personas participaron en manifestaciones que centraron su protesta en la supresión del antiguo PER, y defendieron su permanencia 'para que los pueblos no queden desiertos', informa José Miguel Muñoz.