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Irlanda gana seis semanas para intentar salvar el proceso de paz

La reanudación de la autonomía del Gobierno de Irlanda del Norte, tras una suspensión de 24 horas, ofrece a los partidos protestantes y católicos seis semanas para intentar salvar el proceso de paz en la región.

El Parlamento irlandés debía elegir ayer al sucesor de ministro principal de la región, el unionista David Trimble, que dimitió el pasado día 1 de julio por la falta de compromiso del Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) con el desarme recogido en los acuerdos de paz de 1998. Ante la fragilidad de la coalición del Gobierno, la elección del sucesor de Trimble no estaba garantizada, lo que obligaría a convocar elecciones anticipadas que añadiría tensiones al proceso de paz.

Para evitarlo y tras el comunicado del IRA de la semana pasada comprometiéndose con el desarme, el ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid, acordó la suspensión de la autonomía del Ulster durante la jornada del sábado, lo que automáticamente otorga a los partidos políticos un plazo de seis semanas para intentar llegar a un acuerdo y salvar, así, el proceso de paz. "Estamos tentadoramente cerca. La implementación de este proceso de paz está casi al alcance de nuestras manos", aseguró Reid.

Sin embargo, el aliado político del IRA, el Sinn Fein, advirtió ayer que la suspensión temporal de la autonomía del Ulster pone en riesgo la oferta del movimiento republicano para deponer sus armas, el problema más espinoso del acuerdo aunque no el único.

No obstante, el principal negociador del Sinn Fein, Martin McGuinness, recomendó al IRA seguir participando en las negociaciones.

Los unionistas exigen al IRA el establecimiento de plazos concretos y métodos verificables para llevar a cabo el desarme, cuya vigilancia lleva a cabo una comisión independiente dirigida por el general canadiense John de Chastelain.

Pero, como reconoció el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Brian Coen, el desarme no se puede resolver de forma aislada "hay que solucionarlo en el contexto del pleno cumplimiento del acuerdo de paz" del Viernes Santo, firmado en Belfast el 10 de abril de 1998.

Los católicos insisten en la necesidad de avanzar en la reforma de la policía norirlandesa y la progresiva retirada de las fuerzas militares británicas de la región.

Cowen pidió a todos los partidos que redoblen sus esfuerzos y trabajen con "sentido de la responsabilidad colectiva" para salvar el proceso de paz en este nuevo período que afronta.

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