PwC augura un "largo camino" a la banca para cumplir Basilea II
El sistema financiero español tiene por delante tres años de arduo trabajo para cumplir con el acuerdo de Basilea II sobre gestión de riesgos. Un estudio de PricewaterhouseCoopers sobre 15 entidades que representan al 60% del sector financiero refleja que sólo cuatro de ellas (el 27%) cuentan con sistemas desarrollados de gestión integral del riesgo. Ni siquiera este grupo estaría hoy en condiciones de cumplir todos los requisitos del acuerdo.
Los bancos y cajas de ahorros españoles tienen un "arduo camino por recorrer" para cumplir con los requerimientos y plazos del acuerdo de Basilea II, el nuevo marco regulatorio para la gestión del riesgo y cálculo de fondos propios de las entidades financieras, que entrará en vigor en el 2004.
Ni siquiera las entidades más desarrolladas estarían en estos momentos en condiciones de superar todos los requerimientos, lo que da idea de lo ambicioso de la normativa. Es la principal conclusión de un informe de PricewaterhouseCoopers (PwC) sobre la gestión del riesgo de crédito en la banca española, donde se refleja que el nivel de desarrollo, aunque elevado en aspectos como los sistemas de ratings internos, está todavía muy alejado del escenario óptimo que plantea Basilea en otros baremos. Y eso que el estudio de esta firma de servicios profesionales ha analizado solamente entidades con un volumen de crédito de 3,5 billones de pesetas de media, lo que deja fuera a otras muchas de menor tamaño, que lo tienen todavía más difícil.
Así, aunque el 80% de las entidades analizadas ya dispone de sistemas de rating internos, sólo un 20% hace cálculos de probabilidad de impagos en todas sus líneas de negocio; sólo el 27% posee sistemas de cálculo de severidad o pérdida en caso de incumplimiento o sistemas de cálculo de pérdidas esperadas.
Sólo un 40% de los bancos y cajas estudiados cuenta con modelos desarrollados o muy desarrollados, frente al 60%, que lo están poco.
Los más avanzados son aquellos que tienen una gestión activa e integral del riesgo y se han adelantado a la normativa en la utilización de modelos de rentabilidad ajustada al riesgo (Raroc). æpermil;stos representan un 27% y se sitúan a años luz de las entidades menos desarrolladas, que aún fundamentan sus modelos de valoración del riesgo en la intervención manual y la valoración subjetiva del analista.
La mayor parte de la banca se encuentra en un nivel intermedio, es decir, han dado el paso de hacer categorías de riesgo, pero no tienen sistemas para llegar a la cuantificación de pérdidas. Además, están trabajando para sentar las bases y que sus sistemas de información recojan la información necesaria para su posterior tratamiento estadístico. Precisamente, el informe destaca que "la gran asignatura pendiente de la banca española es la automatización del proceso de captura de información interna".
En cualquier caso, los responsables del informe creen que es posible cumplir los requisitos "si se comienza a trabajar desde ya".
Aunque el nivel de desarrollo no está directamente relacionado con el tamaño, generalmente, son las mayores entidades las mejor preparada y las que tendrán mayor capacidad de reacción y medios para adaptarse.
Por líneas de negocio, se aprecia más avance en banca de empresas que en particulares; y el segmento en el que mayor esfuerzo deben realizar las entidades es en el de comercios y pequeños empresarios.