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La crisis bursátil lastra el resultado de la mitad de la gran banca europea

La gran banca europea (exceptuando a los bancos de Reino Unido) sufre las consecuencias de la crisis de los mercados bursátiles. En contraste con los excelentes resultados del primer trimestre de 2000, cinco de los 10 mayores bancos de Europa registraron en el mismo periodo de 2001 un resultado neto negativo. En algunos casos, y como ya ocurre en EE UU, la disminución de los ingresos se está trasladando a reducciones de plantillas. La gran banca del continente afronta ahora el reto que supondrá este ejercicio.

Los grandes bancos europeos están empezando a sufrir en carne propia la ralentización del crecimiento económico mundial y la crisis que afecta a los principales mercados bursátiles de Europa. Cinco de los 10 mayores (UBS, BNP Paribas, Crédit Suisse, ABN-Amro y Société Générale) registraron en el primer trimestre un resultado neto negativo, según las cuentas presentadas por las entidades.

Se exceptúan los bancos británicos, que no presentan resultados trimestrales. Las cifras contrastan con los excelentes resultados exhibidos por la gran banca en el primer trimestre de 2000. Y es que, la mala racha de las Bolsas ha tocado de lleno en el volumen de negocio y los ingresos por comisiones.

Los casos más destacados son los de los dos mayores suizos, UBS y Crédit Suisse, que perdieron un 29% y un 23%, respectivamente, y el del Deutsche Bank, que obtuvo un resultado positivo sólo gracias a la rebaja de impuestos.

El primer banco suizo, UBS, sufrió unas pérdidas durante el primer trimestre del año cercanas a los 30.000 millones de pesetas (180,3 millones de euros), derivadas del negocio de inversión y por la caída del 20% del negocio de su unidad de inversión, UBS Warburg. Esta unidad fue la responsable de las dos terceras partes del crecimiento del grupo. Crédit Suisse, ABN-Amro o BNP Paribas están en una situación parecida a la de UBS. Estos tres bancos cayeron un 23%, un 12% y un 7%, respectivamente.

Crédit Suisse sufrió un incremento del 35% en los costes de explotación a raíz de la adquisición en verano de la banca de inversión estadounidense Donaldson, Lufkin & Jenrette. A esto, hay que añadirle que los ingresos de la unidad de banca de inversión cayeron un 45%. Según las palabras del presidente Lukas Mühlemann, este ejercicio va a suponer "un reto". Su homólogo en el británico HSBC coincidió en este calificativo.

Buena parte de los analistas coinciden en afirmar que las perspectivas hasta el final del ejercicio son un poco mejores. Analistas de Société Générale esperan que sigan las dificultades durante todo el ejercicio.

Así lo afirmaron también los directivos del mayor banco de Europa, Deutsche Bank, que ganó un 7% más. Sin embargo, el beneficio bruto del banco cayó un 11,6%. La entidad se benefició de un cambio en la legislación fiscal alemana, que permite a las entidades tributar menos por las plusvalías obtenidas por la venta de participaciones. Aún así, el gigante alemán sufrió menos que sus competidores, ya que el negocio de la unidad de inversión sólo decayó un 1% en el primer trimestre.

Y quien está cargando con buena parte de las consecuencias de esta reducción de beneficios han sido, además de los accionistas, los trabajadores de las entidades. ABN-Amro eliminará 2.500 empleos en su unidad de inversión y banca corporativa. Deutsche Bank estudia desprenderse de 2.600 puestos de trabajo en medio de la reestructuración que está llevando a cabo en el grupo. UBS despedirá a 250 empleados de su unidad de inversión, 50 más que su rival Crédit Suisse. Reducciones, eso sí, bastante menores que las de sus competidores en EE UU.

El británico HSBC anunció ayer que ha mantenido sus resultados, aunque por debajo de las expectativas. El banco, que no comparte el mismo año fiscal, anunció un crecimiento del 14% hasta febrero.

 

BBVA y BSCH salen airosos en la comparativa

Los dos grandes bancos españoles, BSCH y BBVA, lograron unos resultados diametralmente opuestos a los obtenidos por la gran banca europea. La entidad copresidida por Emilio Botín y José María Amusátegui ganó un 38,3%. La copresidida por Emilio Ybarra y Francisco González ganó un 24,2% más.

Este ritmo de crecimiento responde a dos razones fundamentales: las compras llevadas a cabo en distintos países de Latinoamérica y la menor presencia de la banca de inversión en el negocio típico de estos dos bancos.

Según Luis Peña, analista de Société Générale, los bancos privados europeos tienen en el negocio minorista un feroz competidor en las entidades públicas, lo que les obliga a prestar más atención a la inversión en Bolsa.

En España, los grandes bancos controlan la banca comercial de particulares (si bien pierden cuota de mercado paulatinamente), lo que ha contribuido a que desarrollaran menos la banca de inversión. Por citar un ejemplo, hasta marzo de este año, sólo el 11% del beneficio del BSCH provenía de la banca mayorista global -que incluye inversión y banca de empresas y tesorería. La banca comercial y minorista supone un 70% del negocio.

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