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NUEVA ESCALADA DE LOS PRECIOS

Fuerte repunte de la inflación en Alemania, Francia y Holanda

Un día después de que el Banco Central Europeo (BCE) aplicara una rebaja de los tipos de interés de un cuarto de punto hasta situarlos en el 4,5% por considerar que las tensiones inflacionistas de la zona euro habían disminuido, se dieron a conocer los datos del IPC de abril en las principales economías europeas. El aumento de los precios fue especialmente significativo en Francia, donde llegó a cinco décimas, y cuatro en Alemania.

El encarecimiento de los alimentos y de los productos petrolíferos, así como el aumento de los impuestos sobre los carburantes contribuyeron a impulsar el alza de la inflación en Francia, donde el índice de precios de consumo (IPC) se incrementó un 0,5% el mes pasado, lo que sitúa la tasa interanual en el 1,8%, muy cerca ya del límite considerado como razonable por el BCE, del 2%.

También la inflación subyacente (que excluye los precios volátiles de los alimentos, la energía y ciertas tarifas de servicios públicos e impuestos) subió un 0,2% en abril y un 1,5% en un año. En el sector de los servicios, el alza de los precios de los transportes y comunicaciones en un 0,7% también contribuyó a la subida del IPC en abril, según explicó Estadística.

El IPC armonizado, que permite comparar la evolución de los precios en Francia con la de otros países de la Unión Europea, registró un incremento del 0,6% y un 2% en tasa interanual.

Pero si en España y Francia llueve, en Alemania no escampa. La Oficina Federal de Estadísticas en Wiesbaden subió ayer una décima su propia estimación preliminar y dejó en un 2,9% la inflación alemana en abril, cuatro décimas por encima del 2,5% interanual registrado en marzo. Es la tasa más alta desde febrero de 1994. En la comparación mensual, los precios aumentaron un 0,4%. La subida se explica ante todo por el encarecimiento de los derivados del petróleo y de los alimentos no elaborados, en los que se sigue reflejando el impacto del mal de las vacas locas y la fiebre aftosa.

Armonizado en términos europeos, el índice de precios de consumo alemán (IPC) se situó en el 2,9%.

Pero lo peor aún está por venir, según señaló ayer Christoph Weil, analista del Commerzbank en Francfort. "Prevemos un 3,4% o 3,5% para mayo", afirmó. Debido a los problemas en las refinerías, los precios de la gasolina desde hace semanas se encuentran en máximos en Alemania y esto necesariamente se reflejará el próximo mes.

Aun así, tanto Weil como Rainer Sartoris, de HSBC Trinkaus & Burckhardt en Düsseldorf, predicen que los precios volverán a ceder a partir de junio. La argumentación, en este caso, gira en torno a los llamados efectos base en estadística. En 2000, los precios alemanes comenzaron a dispararse entre mayo y junio, cuando pasaron del 1,4% al 1,9%.

Las comparaciones interanuales en las que se basa el IPC darán cuenta de este salto a partir de junio próximo, por lo que la inflación deberá volver a acercarse al 2%.

Italia y Holanda también registraron repuntes inflacionistas de dos décimas en sus respectivas tasas anuales, mientras que en el caso de Bélgica el alza fue de siete décimas.

Por su parte, el euro cayó ayer en los mercados de divisas por debajo de los 0,88 dólares. La moneda única retrocedió hasta la horquilla de los 87 centavos de dólar a media mañana después de haber inaugurado la sesión en el mercado de Londres a 0,8813 dólares. A las 17.30 hora española, la divisa europea se intercambiaba a 0,8761 unidades. El BCE estableció el cambio oficial del euro respecto a la divisa americana en 0,8773 unidades.

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