Microsoft intenta evitar su división atacando al juez que le condenó
Microsoft tiene hasta hoy para convencer a la justicia estadounidense de que no se haga efectiva la sentencia del pasado junio que la obliga a dividirse. La compañía retomó ayer su pulso judicial con el Gobierno federal y 19 fiscales estatales en una vista oral ante el Tribunal de Apelaciones.
Microsoft reiteró los argumentos que ya expuso ante el juez Thomas Penfield Jackson, quien la declaró culpable de abuso de monopolio y ordenó su segregación forzosa en dos. Además, intentará convencer al panel de apelaciones de que Jackson no actuó con imparcialidad.
En plena defensa, el abogado de Microsoft, Richard Urowsky, negó ayer que la integración del navegador Explorer en el sistema operativo Windows causara daños a su rival Netscape y expuso algunos datos que, en su opinión, lo demuestran claramente: entre 1996 y 1998, el número de usuarios de Netscape pasó de 15 a 33 millones, a pesar de que Microsoft ya había integrado ambas herramientas. "Se pueden contar por millones las personas que optaron por Netscape para navegar a pesar de tener Explorer incluido en Windows", alegó Urowsky.
El letrado defendió también los contratos de Microsoft con los fabricantes informáticos (en los que les prohíbe alteraciones en el software de la compañía y exige que sus iconos aparezcan en la pantalla inicial).
En Wall Street, muchos analistas creen que la nueva fiscalía general intentará buscar un acuerdo negociado que evite la segregación.