La economía italiana sigue acelerándose pese a la peor coyuntura internacional
La economía italiana alcanzó en el último trimestre de 2000 la tasa de crecimiento más rápida desde 1995 al registrar el PIB un aumento intertrimestral del 0,8% y del 2,7% frente al mismo trimestre de 1999, según datos provisionales dados a conocer ayer. La recuperación de la economía italiana, que sólo había registrado un crecimiento del 1,8% en 1999, se mantuvo a finales del año pasado a pesar de la fuerte desaceleración de la economía estadounidense. Se estima que el crecimiento para todo el año 2000 será del 2,8%, bastante por encima de las previsiones. Los datos definitivos del crecimiento italiano en el último trimestre no se publicarán hasta primeros de marzo.
El aparente blindaje de la economía italiana ante el deterioro de la coyuntura internacional parece ser achacable a la fortaleza de la demanda interna, dicen los analistas. "La demanda nacional impulsó el PIB en el último trimestre, particularmente en inversiones", dijo un economista del instituto de estadística gubernamental.
Lo más sorprendente del dato italiano es el papel desempeñado por la industria que, en principio, es vulnerable a una caída de mercados como el estadounidense y el japonés.
Arrastrada por los productores de bienes de consumo, sin embargo, la producción industrial italiana subió el 2,4% en diciembre frente al mes anterior y registró un incremento interanual del 3,2%.
"Estamos muy contentos con los datos, ya que demuestran que la desaceleración estadounidense no ha tenido efecto sobre Italia.
Por otra parte, la economía holandesa también se muestra resistente al aterrizaje desacelerado estadounidense, aunque el crecimiento se aminoró en el cuarto trimestre para situarse en el 3,1% intertrimestral frente al 3,3% registrado en el tercero. El crecimiento de la economía holandesa para todo 2000 se situó en el 3,9%. Alemania creció el 3,1% en 2000, según los datos preliminares.