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INTERNACIONAL

EE UU quiere que México abra su sector energético a la inversión privada

México y EE UU sientan hoy las bases de las relaciones bilaterales futuras. En un atípico encuentro "informal", los presidentes Vicente Fox y George W. Bush no sólo buscarán limar asperezas en los temas de migración y narcotráfico. EE UU, acuciado por la crisis energética de California y escaldado por el alza de los precios del petróleo en el último año, quiere hablar de energía. Además tratarán de afinar las aristas del Tratado de Libre Comercio que ambos países iniciaron en 1994.

Bush se estrena en el exterior en un país que conoce por su experiencia como gobernador en el Estado fronterizo de Tejas, para impulsar su proyecto de una política "hemisférica" con Latinoamérica, uno de los pilares de su agenda exterior incluido en su programa electoral. Ambas partes coinciden en que el encuentro será "un pri-mer paso" hacia acuerdos futuros. EE UU quiere llevar a la agenda un proyecto de política energética para el continente. México ha empezado a vender electricidad a California, por su crisis energética, equivalente a la utilizada por 50.000 hogares.

Bush tiene entre sus prioridades en el encuentro proponer a Fox la apertura del sector petrolífero a la inversión privada, cuya explotación está encargada constitucionalmente a la inversión pública desde la expropiación petrolera de 1938.

La distribución de gas sí ha sido abierta al capital privado, así como la generación de energía, en régimen de concesión.

En México cuestionar el carácter estatal de Pemex, la quinta petrolera del mundo, es un riesgo político que nadie quiere correr. Fox ya dijo que no se privatizará en sus seis años de mandato, pero la alerta está encendida sobre el abastecimiento eléctrico en la próxima década, que exigirá una inversión superior a 5.000 millones de dólares, según estimaciones de Luis Téllez, ex secretario de Energía mexicano.

Bush quiere dar un giro de su política con México y Latinoamérica, que pasa, al menos sobre el papel, por levantar la condición permanentemente sospechosa de sus vecinos del sur. El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, ya dijo en el anuncio de la reunión que la "cooperación" será el elemento clave para eliminar las muertes de los espaldas mojadas que cruzan ilegalmente la frontera, así como la lucha contra el narcotráfico. Fox lleva a la mesa los ocho millones y medio de mexicanos que viven en EE UU.

El encuentro también es un primer paso hacia la Cumbre de las Américas, en Canadá, en abril próximo, don-de el Tratado de Libre Comercio de América del Norte que arrancó en 1994 será presentado como ejemplo de desarrollo para la región. México es ya el segundo socio comercial de EE UU después de Canadá.

En la reunión se debatirán flecos pen-dientes del Tratado de Libre Comercio firmado en 1992 por el padre del actual presidente, George Bush, y el mexicano Carlos Salinas de Gortari. Así, el conflicto que EE UU inició ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por la apertura del sector de telecomunicaciones en México, y conflictos menores relacionados con el sector azucarero y transporte.

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