Turquía, Túnez y Egipto, tres países atractivos para los hoteleros españoles
El aumento de competitividad de destinos turísticos como Turquía o Egipto ha calado hondo entre los hoteleros españoles. El año pasado esos países restaron cuota de mercado a algunas zonas vacacionales españolas, como Canarias. Eso, junto a la ventaja competitiva que supone el que no se encuentren en la zona del euro ha dado lugar a que algunos grupos hoteleros se hayan puesto como objetivo el contar con establecimientos en esos países.
Según datos de Turespaña, en la actual temporada de invierno en Alemania, los destinos de Turquía, Croacia y Egipto han consolidado su recuperación y han restado cuota de mercado a Baleares, Canarias y la costa de la Península.
Según el director general para Europa de Barceló Hotels & Resorts, Miguel Ángel Fornés, "los países de la vertiente mediterránea que no están en la órbita del euro van a poder jugar a su favor con las depreciaciones de su moneda, cosa que el sector turístico español ahora ya no puede hacer".
Más cadenas en Egipto
Esos motivos han dado pie a que a los tradicionales grupos hoteleros que ya estaban presentes en los países de la cuenca del Mediterráneo ajenos a la zona euro, como eran Sol Meliá, Tryp, Riu o Iberostar, se hayan sumado algunas cadenas de reciente constitución, como Partner Hotels, que ya gestiona tres establecimientos en Egipto.
Además, a los países que tradicionalmente tenían presencia en el negocio turístico se han añadido nuevos destinos que poco a poco comienzan a abrirse a esa ac-tividad.
Así, en los dos últimos años Riu Hotels ha incorporado varios establecimientos en un país como Bulgaria. Por su parte, Sol Meliá acaba de suscribir un contrato para explotar un hotel en Líbano, aunque este último se trata de un hotel urbano.
Además de esas motivaciones, los hoteleros españoles, cada vez más identificados con los grupos europeos emisores de turistas, indican que su expansión por los mercados de la cuenca del Mediterráneo obedece también al interés de los turistas.
En Sol Meliá indican que su presencia en esos países atiende a que "el turismo europeo está yendo a esos países y los operadores turísticos nos piden hoteles allí".
Para intentar paliar esta desventaja competitiva, los hoteleros españoles han iniciado una apuesta por la calidad. Según indican en Barceló, "España siempre podrá aportar al turista unos niveles de seguridad, higiene y servicios como los que tiene en su país".
Pese a ello, los hoteleros españoles consideran que el ritmo de implantación en esos países es menor del deseado, ya que sus economías y sistemas jurídicos y políticos se encuentran muy anquilosados.
Así, en Sol Meliá apuntan que países como Túnez o Marruecos han comenzado a liberalizar sus regímenes fiscales y jurídicos, adhiriéndose a una corriente que comenzó Egipto, país cuyos sistemas ya están casi por completo liberalizados.
En el caso de Turquía, las circunstancias son más difíciles, ya que la legislación exige que las inversiones se realicen al 50% con un socio turco.
Con todo, las incertidumbres que se ciernen sobre estos países, especialmente las que se refieren a la seguridad, hacen que las cadenas internacionales se muestren reticentes a implantarse con mayor firmeza.
Según fuentes del sector turístico, los vaivenes que sufrieron en el pasado Turquía y Egipto, tanto por los atentados terroristas que sufrieron como por las catástrofes naturales, son riesgos reales y pueden volver a producirse en cualquier momento, lo que generará de nuevo una corriente de turistas europeos hacia destinos más seguros, como España".
De hecho, la mayor parte de los hoteles españoles que existen al otro lado del Mediterráneo no se han construido con inversiones españolas, aunque en algunos casos existen participaciones minoritarias y las sociedades que los explotan están controladas por empresarios españoles.