La opa del BBVA sobre el Banco Sabadell pasa sin objeciones el examen de Bruselas
El banco catalán aún no cuenta con el visto bueno de la CNMC ni de la CNMV, pero sí del BCE y de autoridades de Competencia de otros países
La Comisión Europea no pondrá objeciones a la opa lanzada por el BBVA sobre el Banco Sabadell, según indican fuentes financieras próximas al proceso y el expediente que ha publicado esta institución. Bruselas ha concluido con luz verde la transacción, que debía ser examinada por la nueva normativa de fusiones comunitaria, dedicada a intentar evitar que Estados de terceros países se hagan con el control de empresas europeas a través de empresas, fondos o diversos instrumentos.
El expediente se origina en el FSR, una normativa de julio de 2023 que se centra en las subvenciones otorgadas por países no pertenecientes a la UE a empresas que operan en el mercado único europeo. La norma obliga a notificar con carácter previo a la Comisión Europea las operaciones de concentración con empresas establecidas en la UE y licitaciones públicas de determinada envergadura.
La intervención de Bruselas es, por tanto, un mero trámite. El BBVA solicitó este visto bueno el pasado 21 de octubre y el plazo de la Comisión para pronunciarse vence este martes, una vez que han transcurrido los 25 días hábiles consignados. Bruselas certifica, por tanto, que la entidad que preside Carlos Torres puede adquirir la que pilota Josep Oliu.
Esta autorización se une a la del Banco Central Europeo, que dio luz verde a la transacción el pasado septiembre. También ha autorizado la transacción el PRA, la autoridad británica de regulación prudencial. Igualmente, se han pronunciado ya a favor de la transacción las autoridades de competencia de Estados Unidos, Francia, Portugal y Marruecos. Y, de puertas hacia dentro, la entidad logró el plácet de su propia junta de accionistas, que en julio dio luz verde a la operación, con un apoyo de más del 90% del capital a favor.
No obstante, al banco vasco aún le quedan los dos síes más transcendentales, fundamentalmente el de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Este organismo decidió hace escasas semanas someter a la operación a su análisis más estricto, la conocida como segunda fase. Esto supone dilatar los procesos hasta la primavera, abrir el proceso a que presenten alegaciones los terceros involucrados y someter las condiciones que imponga este organismo al Gobierno, que puede ampliarlos o reducirlos.
Las partes esperan un proceso de segunda fase largo. Se prevé también un gran número de asociaciones que se personen en la causa. Por el momento ya lo han hecho los dos principales sindicatos, UGT y CC OO, así como una asociación de accionistas minoritarios del Sabadell comandada por exdirectivos de la entidad o la patronal catalana Foment del Treball, entre otros. Según publicó El Mundo, algunas de estas personaciones están auspiciadas por directivos del Sabadell.
“De ser cierta esta información, consideramos que esta conducta incita a la personación de terceras partes con el objetivo de entorpecer y alargar el proceso de autorización regulatoria e impedir el éxito de la oferta a los accionistas, vulnerando así el deber de pasividad y desvirtuando el interés legítimo de las partes para personarse”, apuntan fuentes del BBVA.
Aunque sobre el papel puede dar la autorización en cualquier momento, no se espera que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se pronuncie antes que la CNMC. Una vez que lo haga, se publicará el folleto de la oferta y se abrirá entonces el plazo de aceptación de la oferta, de entre 15 y 70 días, en el que los accionistas del Sabadell tendrán que decidir si acuden o no a la transacción.
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