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California declara el estado de máxima alerta en la red eléctrica

California declaró ayer el estado de máxima alerta eléctrica aduciendo escasez crítica en el suministro de gas natural. La crisis se vio agravada ayer por la suspensión de pagos de Southern California Edison, una de las dos grandes eléctricas californianas que se han visto atrapadas entre el repunte de los precios mayoristas y la prohibición de subir sus tarifas.

California, el más populoso de los Estados Unidos y uno de sus principales motores económicos, declaró ayer estado de máxima alerta eléctrica aduciendo escasez crítica en el suministro de gas natural.

La crisis se vio agravada ayer con la suspensión de pagos de Southern California Edison, compañía que suministra electricidad a 11 de los 34 millones de residentes californianos. La otra gran eléctrica del Estado, Pacific Gas & Electricity (PG & E), ha avisado que corre peligro de bancarrota.

Ambas calculan que han perdido unos 12.000 millones de dólares en los últimos meses por el repunte en los precios mayoristas, y piden ayuda a las autoridades para conseguir gas natural a precios más bajos y alivio en el pago de sus deudas.

El gobernador californiano, Gray Davis, se ha entrevistado con funcionarios de la Casa Blanca y representantes de la industria para buscar soluciones a la crisis. Sin embargo, por ahora, ha conseguido resultados muy pobres.

Davis ha sugerido la creación de un ente público estatal que compre y construya generadoras eléctricas. Y este fin de semana propuso que el Estado aproveche su buen crédito para comprar electricidad en el mercado mayorista a mejores precios que los que consiguen las eléctricas, y revenderla a estas compañías al mismo precio. Sin embargo, las generadoras han respondido con reticencias al plan.

Las propuestas de Davis suponen dar marcha atrás a una liberalización del sector eléctrico aprobada por el Congreso californiano por unanimidad en 1996 y que el propio gobernador ha calificado como un "fracaso colosal y peligroso".

 

Problemas para los grandes bancos acreedores

La amenaza de bancarrota que se cierne sobre las dos mayores eléctricas eléctricas californianas (Southern California Edison y Pacific Gas & Electricity) amenaza con causar también serios daños a la industria financiera estadounidense. Si las compañías dejan de pagar a sus acreedores, ello se dejará notar en los balances de algunos de los mayores bancos del país.

Inversores y analistas vigilan sobre todo la situación de Bank of America, que ayer anunció ayer un declive del 27% en su beneficio trimestral y adujo como principal motivo el fuerte aumento del volumen de créditos fallidos.

El director financiero del banco, James Hance, dijo a los analistas que el banco tiene concedidos créditos por valor de 5.000 millones de dólares a empresas eléctricas. Sin embargo, anotó que el porcentaje correspondiente a las eléctricas californianas es "pequeño".

Bank of America orquestó el pasado mes de octubre una línea de crédito de 1.000 millones de dólares para apoyar una emisión de papel comercial de PG&E. Una operación a la que también se sumaron Chase Manhattan y Citibank (de Citigroup).

Bank of America y Chase también otorgaron en mayo pasado un crédito de 680 millones de dólares a Edison.

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