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La Bolsa sube un 1,19% animada por la mejora del Nasdaq

El año ha comenzado bien para los grandes olvidados de la Bolsa española. Las primeras posiciones en los rankings de ganancias están copadas por valores de pequeña capitalización. Precisamente fueron estas mismas compañías las que peor se comportaron el año pasado. Aunque son pocos los que se atreven a asegurar que esto significa el resurgir de los valores de segunda fila.

Sólo dos compañías del Ibex, Zeltia y Terra, figuran entre las 20 sociedades que mayores ganancias han registrado en Bolsa en lo que va de año. El resto son empresas que, en su gran mayoría, poseen el mismo denominador común, baja capitalización, poca liquidez y fuertes caídas de su cotización en los últimos dos años.

La buena evolución de este tipo de compañías en las primeras sesiones de 2001 responde, según los analistas, a que los inversores se han tomado un respiro, a la espera de que amaine del todo la tormenta bursátil. "No es un cambio de tendencia, la caza de gangas en este tipo de valores suele ocurrir en el mercado cuando todo lo demás está caro", señala Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4. "En general, pueden ir mejor hasta que termine el fenómeno de caída, pero asegurar que esto es el inicio de su despegue es un poco arriesgado", añade Nicolás López, jefe de análisis de MG Valores.

Asimismo, la escasa liquidez de los valores pequeños puede provocar abruptas oscilaciones en la cotización. A excepción de ayer, el intercambio de títulos en el mercado español durante las primeras sesiones del año ha sido bajo, un comportamiento que ha incluido a grandes y pequeñas y que viene siendo habitual en las primeras sesiones de cada año. Por ello, la mayoría de expertos no se atreve a asegurar que existe un trasvase de dinero hacia las compañías de baja capitalización.

Lo mejor, el precio

Tras casi dos años en continuos números rojos, el precio es el mayor atractivo. Compañías como Viscofán (-41% en 2000 y -44% en 1999) o Azkoyen (-25% en 2000 y -49% en 1999) han tenido dos ejercicios desastrosos, una lista en la que podríamos incluir a Cortefiel, Dogi, Amper, el sector vitivinícola..., las mismas que ahora suben con fuerza. "Son empresas con PER (relación precio-beneficio por acción) ridículos y en algunos casos, como el de Azkoyen, con unas expectativas de beneficios muy buenas", explica Jacobo Blanquer, gestor de fondos de Beta Capital.

Jordi Falgueras, responsable del servicio de estudios de Gaesco, destaca también las virtudes de este tipo de valores. "Son muchas compañías de calidad que cotizan a descuentos extraordinarios", afirma, y pone como ejemplo a Mecalux, Catalana Occidente, Viscofán Dogi, Aldeasa, Ence o Tubacex. Aunque Falgueras cree que el reciente agotamiento bursátil de las telecos y otras grandes entidades obligará a los gestores a buscar nuevas oportunidades de inversión, reconoce también que costará que la gente vuelva a fijarse en los pequeños. "Son interesantes, pero sufren de desidia", añade.

Tradicionalmente, los valores de media y baja capitalización seguían el patrón siguiente: en un entorno alcista conseguían mayores revalorizaciones que los blue chips, mientras que en un ciclo bajista de los índices bursátiles, sufrían más que sus primos mayores.

Esta norma se truncó en España a mediados de 1998. La europeización de las Bolsas, con la creación de índices como el Stoxx, trasladó la atención de los inversores españoles hacia compañías más grandes y, sobre todo, con fuerte liquidez. "El abanico inversor se ha abierto tanto que ahora el planteamiento del inversor es buscar alternativas fuera en valores que te dan la oportunidad de salir y entrar cuando quieras", opina Natalia Aguirre.

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