TWA acepta la OPA de American Airlines tras declararse en quiebra
TWA se declaró ayer en bancarrota por tercera vez en su historia y aceptó la oferta de compra de American Airlines. Una operación que, si es aprobada por las autoridades, dejará un 50% del tráfico de pasajeros de Estados Unidos en manos de American y United Airlines.
La aerolínea estadounidense TWA presentó ayer declaración de bancarrota en un juzgado de Wilmington (Delaware) y aceptó la oferta de compra de hecha por American Airlines (que es socia y accionista de Iberia).
La operación debe ser aprobada aún por los responsables de competencia y por el tribunal que instruye la quiebra. El juez puede ordenar que los activos de TWA sean vendidos mediante subasta, sobre todo si los acreedores de la aerolínea lo reclaman. Si esto ocurre, American puede hacer una contraoferta (además, ha atado una indemnización por ruptura de contrato de 75 millones de dólares).
La asociada de Iberia se ha ofrecido a pagar 500 millones de dólares (unos 88.500 millones de pesetas), de los que 300 millones corresponden al pago por activos y 200 a financiación. Además, asumirá compromisos de leasing de sus aviones (estimados por The Wall Street Journal en unos 3.000 millones de dólares, 531.000 millones de pesetas).
American confirmó también que comprará activos de US Airways por valor de 1.200 millones de dólares (212.400 millones de pesetas) y asumirá compromisos de leasing de esta compañía por 300 millones de dólares (53.100 millones de pesetas). Una operación destinada a permitir el enlace de US Airways con United Airlines.
Presión sobre Delta
Por último, la compañía pagará 82 millones de dólares (14.514 millones de pesetas) y entregará 11 aviones a cambio del 49% de DC Air (una aerolínea regional que opera desde el Aeropuerto Reagan de Washington).
Si todas estas operaciones consiguen el visto bueno de los reguladores, la nueva United Airlines (fusionada con US Airways) y American Airlines controlarán juntas en torno al 50% del tráfico de pasajeros de EE UU.
Los analistas de Wall Street creen que estas operaciones obligarán a otras aerolíneas a ganar tamaño mediante fusiones. El nombre que más suena es el de Delta, que puede intentar combinarse con Northwest o Continental (sobre la que ya lanzó una OPA, sin éxito, hace ahora dos años).
La última aerolínea de los años dorados
Fundada en el año 1925 como Western Air Express, TWA es la más longeva de las aerolíneas que siguen operando en Estados Unidos. Además es la última superviviente de la Era Dorada de la aviación (un club al que también pertenecía la ya difunta Pan Am), durante la cual el transporte aéreo dejó de ser un lujo para unos cuantos elegidos y se convirtió en un medio de transporte generalizado.
Pionera en muchos campos, TWA fue la primera aerolínea en implantar un servicio de azafatas (1935), en ofrecer las últimas novedades en ocio para pasajeros (radio en 1930 y películas a primeros de los 60) y en crear una sección de no fumadores (1970).
En 1965 se adjudicó el honor de transportar al Papa Pablo VI en su primera visita a Estados Unidos, resarciéndose con ello del punto que se había anotado Pan Am llevando a Los Beatles en 1964.
Su historia no ha estado, sin embargo, exenta de tragedias como el choque del TWA Super Constellation con un DC-8 de United sobre los cielos de Nueva York (1960) o el accidente del Jumbo 800 en Long Island en 1996.
Trágicas también han sido sus finanzas, sobre todo en los últimos años. La compañía lleva a las espaldas tres declaraciones de bancarrota y esta última (presentada tras estar en pérdidas desde 1988) seguramente será la definitiva.