Es urgente recuperar el tiempo perdido
Son necesarias ayudas públicas directas a la compra, y en el acto
La industria de la automoción se encuentra en un momento clave para su futuro. El sector está inmerso en un profundo proceso de transformación hacia la movilidad cero emisiones, y los fabricantes nos hemos puesto las pilas: en Europa vamos a invertir 250.000 millones para cambiar nuestro modelo de negocio y pasar de fabricar vehículos de combustión a automóviles sin emisiones.
En los últimos meses, las grandes compañías han ratificado su apuesta por España con inversiones milmillonarias. Todos los fabricantes en España tienen ya adjudicados modelos electrificados, y en el mercado existen más de 200 vehículos disponibles para ciudadanos y empresas.
Los fabricantes apostamos por convertir a España en un hub de la movilidad eléctrica puntero en Europa. Queremos poner al país sobre ruedas eléctricas para que, cuando solo se fabriquen vehículos cero emisiones, España continúe siendo el segundo país productor de automóviles en Europa. Pero tenemos que jugar el partido como un equipo y la colaboración público-privada es esencial.
Hoy, España está a la cola europea en electrificación. Mientras en Portugal la cuota de vehículos electrificados está en el 26% en lo que va de año, en España no llegamos al 11%. La media europea está en el 21%. Necesitamos medidas urgentes que incentiven el mercado. Ayudas directas a la compra, y en el acto. No tiene sentido un plan Moves de ayudas públicas que hagan esperar al ciudadano dos años hasta que recibe el dinero.
En paralelo, la red de infraestructura de recarga tiene que acelerar. El Gobierno tenía previsto que este año contáramos con un mínimo de 80.000 puntos de recarga públicos, y cerramos 2022 con 18.200. Estamos muy lejos. Todos los agentes perciben que nos quedamos atrás. El Gobierno también lo sabe y así nos lo ha trasladado. Portugal tiene los mismos compromisos de descarbonización que España, y menor renta, pero nos gana por goleada en electrificación. Urge tomar decisiones para recuperar el tiempo perdido. No se trata de inventar medidas, sino de aplicar lo que están haciendo nuestros socios europeos. No hay plan B.
Wayne Griffiths, presidente de Anfac