Reynés: “El plan Géminis sigue teniendo sentido, pero hay que encontrar el momento”
El presidente de Naturgy considera que los bajos precios del gas son coyunturales y volverán a subir
El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha mostrado este lunes el compromiso firme de la gasista por seguir trabajando en su plan Géminis, que supone la escisión de la compañía en dos, uno con los negocios regulados y otro con los liberalizados. “El proyecto Géminis sigue teniendo sentido, pero hay que encontrar el momento para ejecutarlo”, ha afirmado en los actos de conmemoración del 45 aniversario de CincoDías, preguntado sobre la posibilidad de que un cambio de Gobierno desatasque la puesta en marcha de esta hoja de ruta.
En febrero de 2022, apenas unas semanas antes del inicio de la guerra en Ucrania, Naturgy anunciaba al mercado un proyecto para dividir la gasista en dos. Sin embargo, los misiles sobre Kiev dieron la vuelta a los mercados energéticos, dispararon el precio del gas y obligó a la compañía a retrasar sine die la ejecución de este plan. Esto no quiere decir que esté abandonado. La asignación de deuda a cada una de las filiales, la necesidad de realizar una macrorrefinanciación de todo el pasivo de la compañía en plena escalada de los tipos de interés y el objetivo de blindar el grado de inversión para ambas filiales fueron los argumentos para paralizar la transacción.
“Fuimos muy transparentes en explicarlo y en decir que teníamos que esperar. Ahora tiene sentido esperar y no abandonarse. Un proyecto de este estilo tiene todo el sentido. Otra cosa es buscar el momento adecuado”, ha explicado. Y ha afirmado que el plan “tiene sentido por sí mismo”, pero que se ejecuta “en el momento en que se permite que se ejecuten”.
El último clavo sobre el ataúd de este proyecto Geminis lo puso el Gobierno. La vicepresidenta para la Transición Energética, Teresa Ribera, afirmó en una entrevista con este periódico que una división de Naturgy no era conveniente terminó por hundir el proyecto. No obstante, las próximas elecciones del 23 de julio abren la puerta a un cambio de Gobierno y que un nuevo Ejecutivo, liderado eventualmente por Alberto Núñez Feijoo, sea más positivo hacia esta operación corporativa. Este, junto a la moderación de los precios de la energía, puede ser un contexto que facilite a Reynés ejecutar este plan.
El proyecto Geminis es clave para Naturgy, además, para poner en orden su accionariado. El mercado interpretaba la transacción como una fórmula para facilitar una salida de dos de sus fondos de su capital, CVC y GIP. Si bien el primero ha dicho claramente que no busca una venta de su 20% en la gasista, lo cierto es que el ciclo inversor de ambos vehículos está próximo a cumplirse. Una escisión permitiría blindar la españolidad de los activos regulados, de los que depende el suministro de gas a España, con Criteria, dueño del 29% del capital, mientras que los fondos podrían hacer dinero más fácilmente con los activos no regulados.
“Esto no solo le pasa a Naturgy. Muchas compañías tienen dentro de su caparazón negocios con diferentes dinámicas, diferentes costes de capital, tipos de accionistas, dinámincas de inversión, dividendos, etc. Hacer un proyecto de este estilo tiene todo el sentido del mundo”, ha sostenido. Y ha justificado que se debe ejecutar en el momento correcto. “Una cosa que tiene sentido tiene que esperar, no abandonarse”, ha dicho.
Calma en el mercado energético
Con respecto al precio del gas, Reynés prevé que la volatilidad pueda volver a los mercados. Considera que el momento bajo en los precios de la materia prima es por cuestiones coyunturales. “En los próximos meses no tendremos problemas por ser los meses de verano, pero más a largo plazo todo dependerá de la recuperación de la demanda en China, la sustitución de combustibles y de la climatología”, ha afirmado.
El presidente de Naturgy ha apuntado que la caída en los mercados mayoristas del gas responde a las medidas de ahorro energético pactadas, la sustitución del gas natural procedente de Rusia por otros combustibles, como el GNL, el incremento de los niveles de almacenamiento de gas en Europa —80% para 2022 y 90% para 2023— y finalmente una climatología más favorable de lo esperado durante el invierno y la reapertura de la economía China tras el Covid-19.
En cuanto a la regulación energética, ha reclamado que la nueva normativa que se negocia en Bruselas responda a las tres grandes cuestiones, la garantía del suministro energético, avanzar en la sostenibilidad y que tenga un precio asequible. “Esta reforma tiene lógica porque ha habido un cambio en el mix energético muy importante. También porque hay tecnologías que están en desuso y otras en cuestionamiento. Esto es un reto para la política energética común”, ha dicho.
Además, Reynés avala que el Gobierno se plantee la actualización del Plan del Clima que está en vigor, por los cambios en el panorama energético. Para ello pide que se tenga en cuenta la caída en los costes de fabricación en eólica y fotovoltaica, así como la oportunidad por sustituir el gas natural por el orgánico y también la capacidad de almacenar el exceso de producción energética en momentos puntuales a través de las baterías.
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