Popular cierra cuatro días de 'Pasión' en la peor semana del Ibex desde noviembre
La entidad se deja un 24,3% desde el anuncio de la ampliación El selectivo español retrocede un 1,93%
El sector que ha llevado al Ibex a los 10.500 puntos es también el que le ha descabalgado esta semana de esa cota, máximos desde agosto de 2015. El selectivo español ha caído presa de las ventas en el sector bancario, en el que la crisis por la que atraviesa Popular ha actuado como detonante para deshacer posiciones después del fuerte rally del primer trimestre.
El Ibex ha corregido el 1,93% en la semana (la peor en cinco meses y medio), que en esta ocasión ha contado solo con cuatro sesiones por la festividad del Viernes Santo. Y en todas ellas el Ibex ha cerrado en rojo, arrastrado por el sector bancario. Popular vive estos días un verdadero via crucis bursátil, después de que el nuevo presidente de la entidad, Emilio Saracho, reconociera la necesidad de ampliar capital, lo que supondrá una nueva dilución para los actuales accionistas. Además, Saracho no ha logrado despejar las dudas de los inversores sobre la magnitud del esfuerzo pendiente en saneamiento y recapitalización y el mercado espera ahora una rápida respuesta, ya sea con la venta de activos o con una operación corporativa.
La semana, en la que las acciones de Popular se han desfondado el 24,75%, deja también caídas del 6,9% en CaixaBank y del 5,9% en Sabadell. El sector bancario ha acusado, además de las tribulaciones de Popular, el creciente nerviosismo que prende en el mercado a medida que se aproximan las elecciones presidenciales francesas, de las que se celebrará la primera vuelta el próximo 23 de abril. Como en tantas otras ocasiones en que avanza el riesgo político, el temor al avance del candidato de izquierdas Jean-Luc Mélenchon y la posibilidad de que se bata en la segunda vuelta con Marine Le Pen ha contribuido a la caída de la banca y a la tensión de las primas de riesgo, en especial de la francesa, que ha llegado a ensancharse a los 70 puntos básicos. En paralelo, el dinero ha buscado refugio en el bund alemán, cuya rentabilidad ha descendido en la semana hasta el 0,19%. Por su parte, la rentabilidad del bono español a diez años cerró el jueves en el 1,68% y la prima de riesgo, en los 140 puntos básicos.
La mayor percepción de riesgo político ha convivido esta semana con la escalada de tensión bélica a nivel global. El ataque lanzado por Estados Unidos sobre una base militar siria el viernes pasado, los mensajes propios de la guerra fría entre la administración Trump y Rusia a cuenta de Bachar el Asad y el cruce de amenazas entre Corea del Norte y Washington han sembrado cierta inquietud entre los inversores. No tanto en el mercado de renta variable pero sí en el precio del petróleo y en el del oro, activo refugio por excelencia, y que acumula una revalorización en lo que va de año del 10%.
Popular ya vale 2.500 millones: lo que captó en su última macroampliación
Un nuevo rescate, de momento privado, está gestándose sobre uno de los grandes bancos españoles. El presidente de Popular desde el 20 de febrero abrió la caja de los truenos el lunes 10, al anunciar que la entidad previsiblemente tendrá que ampliar capital y deja ver la posibilidad de ser absorbida.
La acción no ha tenido tregua ni uno solo de los cuatro días de esta semana bursátil. Tanto el lunes como el martes las caídas rozaron el 10%; el miércoles se suavizaron al 4,37%, y el viernes quedaron en el 3,63%, al cerrar a 0,611 euros por título. Son niveles desconocidos desde los años 80 para la entidad.
En las últimas cuatro sesiones, los títulos se han hundido un 24,75% en su peor semana desde la que finalizó el 27 de mayo de 2016, cuando se desplomó un 25%, tras anunciar su segunda macroampliación después de la de septiembre de 2012. La capitalización del banco se sitúa ligeramente por encima de los 2.500 millones, el importe de la última macroinyección de capital que recibió en junio del año pasado. En menos de cinco años, ha recibido capital por 5.450 millones. En el Ibex, solo supera por valor a Viscofan (2.370 millones), Técnicas Reunidas (2.117) e Indra (2.010).
Los inversores han detectado el peligro de una mayor dilución y han salido en estampida. Los expertos consideran que la solución pasa indudablemente por una desconsolidación, como sea, de su parte tóxica, que supone unos 34.000 millones sobre un balance de menos de 140.000 millones.
También hay expertos optimistas, como José Ramón Iturriaga, gestor estrella de Abante: “La aproximación a la valoración de esta compañía no reside en la idea de que vaya a permanecer independiente, sino en el precio que un potencial comprador pueda o quiera pagar. Hay varias métricas que en este supuesto son importantes”. “La parte sana de su balance (unos 100.000 millones de euros) es la más rentable de la banca española”, añade. Las posiciones cortas suponían a cierre del 31 de marzo el 10,77% del capital. Los hedge funds que apostaron por la caída de la acción han obtenido fuertes plusvalías. Con más de un 0,5%, aparecen Samlyn (1,42%), BlackRock (1,12%), Marshall Wace (2,39%), Oxford AM (0,6%) AQR (1,45%), Oceanwood (0,9%), PDT (0,51%), y Lansdowne (0,7%).
Hasta el miércoles, el crudo vivía su mayor racha alcista en lo que va de año, tendencia que se vio interrumpida el mismo día en que la OPEP divulgó sus cifras de producción en marzo. Una jornada después, el jueves, la Agencia Internacional de la Energía señaló que pese a los recortes acometidos por los estados miembros de la OPEP y otros 11 productores no será suficiente para acabar con el exceso de oferta ahora que EE UU pisa el acelerador en las extracciones. Pese a las caídas que dominaron gran parte de la jornada, el Brent se anotó un 0,2% y quedó al filo de los 56 dólares el barril.
Los inversores van a tener dos frentes claros de atención en los próximos días. Por un lado, la cuenta atrás hacia las presidenciales francesas y por otro, el inicio de la campaña de resultados en Estados Unidos. El jueves quedó inaugurada con la publicación de las cuentas de Wells Fargo, JP Morgan y Citi.
La caída en la jornada del jueves fue también la recogida de beneficios con la que afrontar el largo puente en las Bolsas europeas, que van a permanecer cerradas el Viernes Santo y el Lunes de pascua.