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Principal destino de su expansión en Europa

Reino Unido, un filón para las constructoras españolas

Reino Unido acapara el grueso de los contratos españoles adjudicados que se llevan a cabo en el continente europeo.

Aspecto de las obras del puente Forth Crossing de Edimburgo
Aspecto de las obras del puente Forth Crossing de EdimburgoGetty Images

El Viejo Continente no ha sido un destino fácil para las empresas españolas de infraestructuras. Los fuertes competidores locales, en países como Francia y Alemania, han dificultado su penetración. Y la política de concesiones de estos países maduros tampoco ha alentado su participación.

Pero el modelo de Reino Unido, basado en la colaboración público-privada, ha tendido un enorme puente hacia las constructoras patrias, que se están haciendo con el grueso de los contratos de relevancia que se adjudican allí.

Se trata de una relación ya consolidada. El pasado mes de octubre, la flamante terminal 2 del aeropuerto londinense de Heathrow recibía su primer vuelo. Se ponía punto y seguido al enorme trabajo que Ferrovial ha desempeñado en el epicentro de la aviación europea.

Cinco años de obras han dado lugar a la primera terminal respetuosa con el medio ambiente de Europa. Un macroproyecto que se adapta a los criterios de sostenibilidad y minimización del impacto en las operaciones aeroportuarias y cuya inversión ha superado los 900 millones de euros. Además, el diseño arquitectónico tiene otro nombre español, el del estudio Luis Vidal Arquitectos, expertos en la proyección de aeropuertos.

Alcantarillado

La constructora que preside Rafael del Pino firmó el pasado verano otra de las obras estrella que se van a llevar a cabo en Inglaterra. Se trata del tramo central del Thames Tideway Tunnel, una nueva infraestructura del sistema de alcantarillado de la capital, que evitará el vertido de aguas residuales no tratadas en el río Támesis. Para tal fin se ha dispuesto de algo más de 1.000 millones de euros y esperan que esté finalizado en siete años.

Otra de las construcciones más sonadas en las islas Británicas es el puente Forth Crossing de Edimburgo, esta vez de la mano de ACS y su filial Dragados. El nuevo puente atirantado, cuya longitud es de 2.600 metros y una anchura de 39 metros, cuenta con un presupuesto de más de 1.100 millones de euros y servirá para conectar la ciudad escocesa con el fiordo Forth, lo que permitirá descongestionar el tráfico de dos emblemáticos puentes construidos en el siglo XIX.

Con acento inglés

El aeropuerto de Heathrow tiene la primera terminal sostenible de Europa, obra de Ferrovial, que aborda un túnel para la red de alcantarillado de Londres

Dragados desarrolla el puente de Edimburgo y dos túneles gemelos en la capital inglesa

Pero Dragados no echa el freno aquí. La ejecución de dos túneles gemelos en pleno Londres es “el mayor contrato singular de construcción adjudicado por Crossrail, y su adjudicación consolida la presencia de la compañía en Reino Unido”, apuntan fuentes de la constructora. La obra unirá la estación de Farringdon y el Royal Victoria Dock por tren, y cuenta con un presupuesto de algo más de 1.000 millones de euros.

En las aguas de Gran Bretaña se produce la energía suficiente para el consumo de 280.000 viviendas. Este impulso a la energía renovable se ha dado gracias al parque de generadores eólicos marinos de West of Duddon Sands (situado en el mar de Irlanda), inaugurado en 2014 y gestionado por Iberdrola.

La estación offshore ha superado con éxito numerosos desafíos tecnológicos, “demostrando la capacidad de Reino Unido para construir grandes proyectos de energías renovables, tanto por la cualificación de su mano de obra y excelente ingeniería como por el desarrollo de la cadena de suministro, la logística y sus instalaciones”, según afirmó en su día el presidente de la eléctrica, Ignacio Galán.

Buscando acortar caminos, las constructoras españolas son las responsables de algunos de los proyectos más emblemáticos de Europa. Hace 15 años, gracias al puente de Oresund, la península escandinava está más cerca del continente. En la creación de este viaducto, combinado de tren-carretera más largo de Europa, participó la filial de ACS, Dragados, y conectó la capital de Dinamarca con la ciudad sueca de Malmo. Otro emblema, el puente de Vidin-Calafat, levantado por FCC sobre el Danubio y con una longitud de casi 2.000 metros, une las orillas de Bulgaria y Rumania.

Uno de los parques eólicos marinos con que Iberdrola produce energía en Reino Unido.
Uno de los parques eólicos marinos con que Iberdrola produce energía en Reino Unido.Getty Image

Hoy las conexiones son de otro tipo. Por ejemplo, OHL se encarga de unir el aeropuerto y el puerto de la ciudad polaca de Gdansk, construyendo además los túneles bajo la desembocadura del río Vístula en el mar Báltico. “Hemos sido la primera empresa constructora española que ha acometido la ejecución de un túnel submarino mediante el uso de una tuneladora especialmente diseñada para esta obra”, explican en la compañía.

La empresa presidida por Juan Miguel Villar Mir se encarga también de poner en marcha una línea de alta velocidad ferroviaria al sur de Oslo (Noruega) con un presupuesto de más de 260 millones de euros.

A lo largo y ancho del continente, las carreteras que lo cruzan también hablan español. Portugal es destino históricamente prioritario y el país que más obra española alberga. Allí, Cintra (Ferrovial), Iridium (ACS) y Globalvia (FCC) se reparten siete concesiones que suman un total de 1.100 kilómetros de asfalto, según datos del Ministerio de Fomento.

La República de Irlanda confía la creación de toda una red de autovías a estas tres españolas, y en Francia, el conglomerado Abertis gestiona más del 20% de los tramos de peaje. Sacyr apunta a Italia y desarrolla en estos momentos la autopista Pedemontana Veneta, con una inversión de 2.000 millones de euros.

Paso a paso en la fría Rusia

Rusia suena a territorio hostil y cada contrato allí es un triunfo para las constructoras españolas. Y más desde que el precio del petróleo está en mínimos y el país atraviesa una dura crisis económica.

Lo saben bien en OHL, que, en 2011, iba a ser la encargada de desarrollar el proyecto más importante de su historia, la línea férrea Ural Polar, que uniría por tren la República Checa con Rusia.

Pero a pesar de los esfuerzos de la española, el pasado año el desarrollo se esfumó al faltar financiación por parte de Rusia (sí contaban con la parte checa) y OHL se vio obligada a pedir la extinción del contrato. Una mala experiencia para la compañía de Villar Mir.

Mejor suerte ha corrido Técnicas Reunidas. Casi como una pica en Flandes reluce la refinería que construye en la ciudad rusa de Volgogrado. Un proyecto “llave en mano” que la española se adjudicó en 2013 por importe de 1.100 millones de euros. Otra gran obra con sello español que pronto estará acabada.

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