Los astronautas de la NASA atrapados en el espacio por fin han regresado a la Tierra
Los fallos técnicos de Boeing fueron los que generaron este problema


Sunita “Suni” Williams y Barry “Butch” Wilmore han regresado finalmente a la Tierra después de nueve meses en la Estación Espacial Internacional, un viaje que se prolongó mucho más de lo planeado debido a una serie de complicaciones técnicas con la nave Starliner de Boeing, la misma que los llevó hasta la órbita. El retorno de los astronautas marca el cierre de uno de los capítulos más inusuales en la historia reciente de la exploración espacial.
El aterrizaje, o más bien “amerizaje”, se produjo a las 5:57 p.m. (hora del este) del martes en el Golfo de México, utilizando una cápsula Dragon de SpaceX. El viaje de regreso desde la EEI tomó aproximadamente 17 horas, un trayecto que, aunque rutinario para los estándares de SpaceX, estuvo cargado de expectativas y tensiones debido a los eventos que llevaron a este desenlace.
Un viaje que se complicó desde el inicio
Williams y Wilmore partieron hacia la EEI en junio de 2024 como parte de una misión que tenía un objetivo claro: demostrar la capacidad de Boeing para competir con SpaceX en el transporte de astronautas hacia y desde la estación espacial. Este vuelo era crucial para la compañía rival de Elon Musk, que junto con SpaceX había ganado un contrato de la NASA en 2014 para llevar astronautas a la EEI, con la visión de eventualmente extender estas misiones hacia destinos más lejanos en el sistema solar.
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— SpaceX (@SpaceX) March 18, 2025
Mientras que SpaceX logró realizar su primer vuelo tripulado con la cápsula Crew Dragon en 2020, en plena pandemia de COVID-19, Boeing enfrentó una serie de retrasos y sobrecostes en el desarrollo de su nave Starliner. La misión de junio de 2024 estaba destinada a ser un punto de inflexión para la compañía, una oportunidad para dejar atrás los problemas y demostrar que su tecnología estaba a la altura. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaba.
Poco después del lanzamiento, la nave Starliner comenzó a experimentar problemas técnicos, incluyendo fugas y fallos en los propulsores, lo que complicó el acoplamiento con la EEI. Aunque Williams y Wilmore lograron llegar a la estación espacial de manera segura, los ingenieros de la NASA y Boeing pasaron varias semanas realizando pruebas y evaluaciones antes de tomar una decisión difícil: traer la nave de regreso a la Tierra sin los astronautas a bordo.
SpaceX se apunta a la partida
Esta decisión dejó a Williams y Wilmore varados en la EEI, lo que obligó a la NASA a buscar una solución alternativa. Fue entonces cuando SpaceX entró en escena. La agencia espacial comenzó a trabajar con la compañía de Elon Musk para planificar el retorno de los astronautas. Después de varias discusiones, se decidió que la pareja regresaría a principios de 2025.
En medio de este escenario técnicamente complejo, surgió un elemento adicional que añadió un matiz político a la situación. Elon Musk, CEO de SpaceX, afirmó en redes sociales y en declaraciones públicas que había ofrecido traer a los astronautas de regreso antes de lo planeado, pero que la administración del entonces presidente Joe Biden había rechazado la propuesta. Según este, la decisión se habría tomado por motivos políticos, específicamente para evitar darle crédito a su rival político, Donald Trump.

Sin embargo, estas afirmaciones no fueron respaldadas por evidencia alguna. Tanto el ex administrador como el subadministrador de la NASA durante la administración Biden negaron tener conocimiento de tal oferta. Además, un informe de CNN publicado el mismo día del regreso de los astronautas reveló que altos funcionarios de la Casa Blanca también desconocían cualquier propuesta de este tipo por parte de Musk.
El regreso a la Tierra todo un éxito
El regreso de Williams y Wilmore marca el final de una misión que, aunque exitosa en términos de seguridad y aprendizaje, dejó muchas preguntas sobre el futuro de Boeing en el ámbito de los vuelos espaciales tripulados. La compañía, que alguna vez fue considerada un pilar de la industria aeroespacial, ahora enfrenta a los problemas técnicos de su nave Starliner y los retrasos que han afectado su capacidad para competir con SpaceX.
Por otro lado, SpaceX continúa consolidándose como el principal socio de la NASA en misiones tripuladas, demostrando una vez más la fiabilidad de su tecnología y su capacidad para responder rápidamente a las necesidades de la agencia espacial.