La odisea de la Starliner continúa: se retrasa el regreso de los astronautas
Hay problemas con el viaje de vuelta a la Tierra
La nave Starliner de Boeing, en su primera misión tripulada a la Estación Espacial Internacional, ha tenido un viaje mucho más accidentado de lo que se esperaba. Tras su lanzamiento el 5 de junio de 2024, con dos astronautas de la NASA a bordo, la cápsula se encontró con problemas de diferente tipo, como por ejemplo fugas de helio y propulsores defectuosos -lo que retrasó su acoplamiento definitivo a la ISS y llegó a poner en duda su regreso a la Tierra-.
A pesar de estos problemas, Starliner logró acoplarse a la ISS el 7 de junio. Sin embargo, su vuelta, inicialmente prevista para una semana después, se ha visto pospuesta hasta agosto de este mismo año -como mínimo-. Por lo tanto, vuelven los problemas… incluso, se habló de una posible misión de rescate, pero la NASA lo ha descartado, asegurando que los astronautas están seguros y que las baterías de la nave espacial pueden durar hasta 45 días adicionales sin problemas. Pero la odisea continúa, como es evidente.
Lo que se sabe respecto a los problemas de las Starliner
Tanto Boeing como la NASA están investigando las causas de las fugas y los fallos de los propulsores. Por lo que se ha conocido, se están realizando pruebas exhaustivas en tierra, incluyendo el disparo de un duplicado del sistema de propulsores en Nuevo México para conocer exactamente lo que ocurre.
Los resultados de estas pruebas serán cruciales para determinar el futuro de la misión, y saber las opciones que se tienen para que los astronautas pongan camino de regreso a casa, que es de lo que se trata.
Preocupaciones… y posibles consecuencias
El retraso de Starliner ha generado preocupaciones sobre la viabilidad de la misión y el futuro del programa de vuelos espaciales comerciales de la NASA, como es lógico. Algunos expertos señalan que este contratiempo podría retrasar la certificación para Boeing -que es el fabricante de la nave de la que estamos hablando- con el objetivo de poder dar servicio regular de transporte de carga y tripulación a la ISS.
Incluso se baraja la posibilidad de que sea reemplazado por un Dragon de SpaceX en su misión programada para febrero de 2025. Y esto sería un duro golpe para todo lo que tiene que ver con la competencia en la carrera espacial.
A pesar de los obstáculos, hay esperanza
A pesar de los desafíos, la situación del Starliner también resalta la importancia de la exploración espacial y los programas de vuelos tripulados. Cada retraso y cada fallo son pasos hacia un mayor conocimiento y perfeccionamiento de la tecnología espacial, y esto es algo muy importante de cara al futuro. La perseverancia y la diligencia en la resolución de estos problemas son cruciales para el éxito futuro de los vuelos espaciales comerciales y la continua colaboración internacional en la ISS.
Todos los seguidores de la carrera espacial -e, incluso, la comunidad científica- siguen de cerca el desarrollo de la misión Starliner, esperando con interés las actualizaciones sobre su progreso y la posibilidad de su regreso seguro a la Tierra. Si se logran solucionar los problemas, esto marcará un paso importante en la carrera de Boeing y la NASA en la industria aeroespacial y en su capacidad para competir en el sector de transporte espacial tripulado.
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