La NASA confirma que Lunar Trailblazer está como en la película: perdida en el espacio
Por suerte, esto podría tener una solución


El 27 de febrero, la NASA lanzó con éxito la misión Lunar Trailblazer, una iniciativa diseñada para enviar una sonda a la Luna en busca de agua. Sin embargo, menos de una semana después del despegue, la agencia espacial perdió el rastro de la nave, lo que compromete seriamente los objetivos de la misión si no se logra restablecer la comunicación. Este contratiempo ha generado preocupación, ya que el Lunar Trailblazer representa un esfuerzo innovador y de bajo coste para explorar nuestro satélite natural.
La misión forma parte del programa SIMPLEx de la NASA, que financia proyectos de alto impacto, pero con presupuestos reducidos, utilizando naves espaciales más pequeñas. Estas sondas suelen ser lanzadas junto con misiones más grandes, aprovechando el espacio disponible en cohetes como el Falcon 9 de SpaceX. Este enfoque de “compartir viaje” permite a la NASA maximizar sus recursos y reducir costes, pero también implica asumir riesgos adicionales.
El desafío de las comunicaciones en el espacio
Las comunicaciones en el espacio son notablemente más complejas que en la Tierra. Básicamente, un transmisor en la nave envía datos que son captados por un receptor en la Tierra, y viceversa. Sin embargo, este proceso requiere energía, y cuando esta escasea, las cosas pueden complicarse rápidamente. Eso es precisamente lo que parece haber ocurrido con el Lunar Trailblazer.

Según informes de la NASA, la telemetría de la nave indicó que había comenzado a girar lentamente. Este movimiento, según los expertos, habría provocado que los paneles solares se orientaran lejos del Sol, dejando a la sonda en un estado de baja energía. "El equipo del Lunar Trailblazer ha estado trabajando sin descanso para restablecer las comunicaciones con la nave“, declaró Nicky Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA. ”Misiones como esta, de alto riesgo pero también de alto impacto, son fundamentales para avanzar en nuestra comprensión del universo. Si alguien puede recuperar el Lunar Trailblazer, es este equipo“.
La NASA está en una contrarreloj
En este momento, la mejor esperanza de la NASA para salvar la misión es que la nave continúe girando hasta que sus paneles solares se reorienten hacia el Sol, lo que permitiría recargar las baterías. Mientras tanto, la agencia está colaborando con la Red del Espacio Profundo (Deep Space Network) y observatorios terrestres para recopilar datos sobre la ubicación y el estado de la sonda.
El objetivo principal del Lunar Trailblazer es pasar seis meses orbitando la Luna, tomando fotografías de alta resolución de su superficie para identificar y mapear depósitos de agua. Este recurso es crucial para futuras misiones tripuladas, ya que el agua no solo es esencial para la vida, sino que también podría utilizarse para producir combustible. Sin embargo, si no se restablece la comunicación pronto, la misión podría verse seriamente comprometida.
¿Es posible salvar la misión?
A pesar de todo, la NASA no ha perdido la esperanza. Si se logra restablecer el contacto, la misión aún podría salvarse. La pérdida de comunicación ocurrió antes de que la nave realizarse las maniobras de corrección de trayectoria necesarias para alcanzar su órbita correcta y dirigirse hacia la Luna. No obstante, cuanto más tiempo pase sin contacto, más difícil será cumplir con los objetivos científicos.

"El equipo está trabajando en estrategias alternativas para las maniobras de corrección de trayectoria (TCM, por sus siglas en inglés) que podrían implementarse una vez que se restablezca la comunicación y se normalice el funcionamiento de la nave“, explicó la NASA en una publicación reciente. "Estas estrategias podrían permitir que el Lunar Trailblazer alcance la órbita lunar y complete al menos parte de sus objetivos científicos“.
Si todo sale según lo planeado, la sonda tardará aproximadamente seis meses en llegar a la Luna y comenzar a tomar mediciones. Aunque el retraso es un obstáculo, la misión aún podría proporcionar datos valiosos sobre la presencia y las formas de agua en la superficie lunar.
La misión Lunar Trailblazer es un ejemplo perfecto de cómo la NASA está dispuesta a asumir riesgos para lograr avances científicos significativos. Aunque la pérdida de contacto es un revés, también es una oportunidad para demostrar la resiliencia y la creatividad de los equipos que trabajan en estas misiones.

