Cuando los restaurantes saben quién eres y se adaptan a tus gustos
Estamos a las puertas de una revolución.
No debería extrañarnos que, en el mundo que nos ha tocado vivir, nuestra fama nos preceda. Y nos referimos a la buena fama, a la de ser clientes que vamos aquí, allá y que, como buenos animales de costumbres, tenemos querencia por ciertos tipos de comida, barrios de nuestra ciudad o cocineros que nos cautivan. Y es que cuando hablamos de restaurantes, ¿aceptarías que tu local preferido conociera y se adaptara a tus gustos?
Eso es algo que ya está ocurriendo y que va a marcar la revolución que tenemos ya a las puertas. Empresas como Cheerfy, por ejemplo, se encargan precisamente de que esas experiencias personalizables lleguen a los restaurantes. Pero, ¿cómo?
Sin métodos intrusivos ni apps para móviles
Hartos como estamos de ser el centro de los ataques constantes a nuestra privacidad e intimidad, el secreto de estas nuevas técnicas residen en que no son intrusivas: no nos bombardean con mensajes constantes o nos obligan a descargar aplicaciones que necesitan de un login. Justo al revés, buscan comunicarse con nosotros de forma natural, aprovechando las tecnologías de proximidad que permiten a los establecimientos reconocer a sus clientes y ofrecerles sugerencias personalizadas.
Dentro de muy poco tiempo, por no decir ya, los restaurantes serán capaces de comunicarse con nosotros de forma rápida, inmediata, en el momento en el que queremos cenar o comer. Pero no solo intentar que acabemos en sus salas será importante, casi tendrá mayor trascendencia el después, preguntándonos qué nos ha gustado o qué cosas creemos que pueden mejorar. En definitiva, estaremos en el centro de la conversación de forma natural para que la próxima visita sea mejor que la anterior: ¿qué te apetece esta noche?
Obviamente, para muchos locales dar un salto tecnológico tan importante supone un enorme desafío y estaréis pensando que es necesaria una inversión fuerte detrás. Para eso han nacido empresas como Cheerfy, que agilizan todo ese proceso y se encargan de engrasar la maquinaria que va a comunicarse con nosotros, para que la experiencia sea absolutamente transparente.
Conviértete en Mystery Shooper
Del mismo modo que en Google Maps, o Street View, podemos hacer nuestras aportaciones al servicio con opiniones, en esta revolución gastronómica nuestro papel se vuelve decisivo adoptando el papel de Mystery Shoopers. Para los que no lo sepan, estas figuras son clientes que deciden aportar su granito de arena comentando con los restaurantes cuáles han sido sus experiencias en cada uno de ellos.
No se trata de ir a un restaurante, que nos traten mal y quejarnos, sino de que entrar a formar parte de esos clientes habituales que quieren ayudar con sus puntos de vista a que mejore el servicio, la comida o la oferta que tienen en la carta. Todo un ecosistema 360º que beneficia a clientes y locales y que supone la llegada del trato personalizado en aquellos restaurantes a los que más nos gusta ir.