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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La nueva apuesta de los magnates de las compras: las aburridas ‘utilities’

Las grandes operaciones han llegado al mundo de los servicios públicos, normalmente tranquilo

Red electrica Paises Bajos

Las empresas de compras encontrarán una fuente inesperada de emoción en 2026. Las transacciones han llegado al mundo de los servicios públicos, normalmente tranquilo, como lo demuestra la oferta de 38.000 millones de dólares (32.000 millones de euros, al cambio actual) de BlackRock por el operador eléctrico AES Corporation. Independientemente de si la transacción se cierra o no, pone de relieve cómo las empresas que antes se descartaban por ser acciones de ingresos aburridos se están reconvirtiendo en vehículos escasos para aprovechar el auge de la inteligencia artificial.

Tres fuerzas están impulsando un superciclo de inversión en servicios públicos: la transición ecológica, el aumento de la inversión en la red eléctrica y el rápido incremento de la demanda de energía por parte de los actores de la inteligencia artificial. McKinsey estima que el consumo energético de los centros de datos globales crecerá alrededor de un 17% anual entre 2022 y 2030. Esto es especialmente cierto en Estados Unidos, donde las granjas de servidores de IA podrían representar el 14% de la demanda total de energía en 2030. Como resultado, los analistas de Goldman Sachs esperan ahora que la necesidad de electricidad en Estados Unidos crezca un 2,6% anual hasta 2030, niveles no vistos desde la década de los 90. Esto ofrece a las empresas de servicios públicos (utilities) algo que rara vez ofrecían antes: crecimiento.

EE UU puede ser el terreno de caza más fácil para el capital privado. Las empresas de servicios públicos de mediana capitalización y los productores de energía regionales, como Evergy, TXNM Energy, Portland General Electric y Alliant Energy tienen un valor inferior a 30.000 millones de dólares, incluida la deuda, lo que las hace relativamente fáciles de adquirir. Además, necesitan dinero. S&P Global estima que las utilities estadounidenses que califica verán cómo el gasto de capital en 2025 alcanza los 215.000 millones, lo que supone un aumento del 24% con respecto a la cantidad gastada en 2024. La actividad de fusiones y adquisiciones ya refleja este cambio. PwC cuenta 2.322 transacciones en el sector de la energía y los servicios públicos en el primer semestre de este año, con un aumento interanual del valor de las transacciones de aproximadamente el 30% y nueve megatransacciones por encima de los 5.000 millones.

El déficit de financiación no es un problema exclusivo de EE UU. A nivel mundial, se estima que será necesario destinar 670.000 millones de dólares de inversión anual a la mejora y ampliación de las redes eléctricas de aquí a 2030, frente a los 390.000 millones de 2024, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena). Sin embargo, Europa puede necesitar tácticas diferentes. Aunque empresas de servicios públicos como Iberdrola, National Grid y SSE se enfrentan a ambiciosos objetivos de inversión, a menudo están controladas o respaldadas por Gobiernos nacionales, que son menos propensos a querer vender. En cambio, pueden estar más dispuestas a desprenderse de activos auxiliares para financiar su negocio principal, como se ha visto en la inversión de 3.200 millones de euros de Apollo Global Management en Amprion, el operador de transmisión alemán propiedad en parte de RWE. Podrían surgir operaciones similares, a medida que empresas como EnBW, Vatten­fall, Enel y Fortum reciclan capital vendiendo participaciones en plataformas de energías renovables o filiales de redes eléctricas.

Y los activos europeos son relativamente baratos: las empresas de servicios públicos del continente están valoradas en 9 veces el ebitda futuro, incluida la deuda, mientras que un grupo de empresas similares de EE UU, entre las que se encuentra AES, cotiza por encima de 12 veces el ebitda de 2026, según las previsiones de los analistas recopiladas por Visible Alpha.

La política sigue siendo un peligro. El aumento de los beneficios de las utilities puede atraer el interés de los Gobiernos con problemas de liquidez, como lo demuestra la propuesta del Reino Unido en 2025 de recortar las subvenciones a las renovables modificando la fórmula utilizada para calcular los aumentos anuales de la inflación. El aumento de las facturas de energía también puede provocar el descontento popular y llevar a los Gobiernos a imponer impuestos o paralizar proyectos. En EE UU, los costes de la electricidad han aumentado casi un 30% desde 2021, según PowerLines. Aun así, con 200.000 millones de dólares recaudados para infraestructuras en los primeros nueve meses de este año, el capital privado tiene una amplia capacidad de acción que debe ponerse en práctica. La compra de empresas de servicios públicos puede ofrecer finalmente jugosas recompensas, así como un pequeño riesgo.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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