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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Netflix se rinde ante los cantos de sirena de Warner Bros

El acuerdo está plagado de dificultades desde el punto de vista político, normativo y financiero

Netflix ha entrado oficialmente en el Upside Down, la oscura dimensión alternativa de su exitosa serie Stranger things. El CEO, Ted Sarandos, ha dado un giro radical a tres décadas de construir en lugar de comprar y acordó pagar 83.000 millones de dólares, incluida la deuda, por el estudio cinematográfico Warner Bros y su rival HBO. El acuerdo está plagado de dificultades desde el punto de vista político, normativo y financiero, lo que coloca al gigante del streaming en una curiosa posición defensiva.

La guerra de ofertas a tres bandas ha estado llena de dramatismo. Netflix salió victoriosa este viernes frente a Paramount Skydance, de David Ellison, y el operador de cable Comcast al ofrecer a los accionistas de Warner Bros Discovery (WBD) 23,25 dólares en efectivo y 4,50 dólares en acciones de Netflix, condicionados a las fluctuaciones. Sarandos, conocido por su franqueza, usó, saliéndose de su personaje, clichés de fusiones y adquisiciones como “uno más uno es igual a tres o cuatro” y la capacidad de “dar al público más de lo que le gusta” para justificar la adquisición.

Él y el co-CEO Greg Peters prometen un ahorro anual de 2.000-3.000 millones gracias al acuerdo. Aun así, el precio no cuadra. Se espera que Warner Bros y HBO generen unos ingresos operativos combinados de 1.800 millones en 2026, según Visible Alpha. Si se añade el punto medio del rango estimado de reducción de costes de Netflix y se grava la suma con el tipo impositivo estándar del 21% para las empresas, el rendimiento implícito de la inversión es solo del 4%, calculamos. Se necesitaría más del doble de la mejora sinérgica para alcanzar un respetable retorno del 8%.

La decisión también sumerge a Netflix en territorio desconocido. Probablemente habrá duras revisiones normativas en todo el mundo, un riesgo que se refleja en la tasa de 5.800 millones, un considerable 7% del precio de compra, que Netflix acordó pagar a WBD si el acuerdo fracasa. La política también será un factor. El padre de Ellison, Larry, fundador de Oracle, tiene una buena relación con Donald Trump. Además, Paramount quería toda WBD, incluidas las redes de cable que ahora se prevé dividir en una empresa independiente, y ofreció 30 dólares por acción, informó la CNBC. No se quedará de brazos cruzados [este lunes lanzó una opa hostil por 103.000 millones], y tampoco lo harán los accionistas potencialmente perjudicados.

Desde su fundación en 1997, Netflix ha revolucionado de forma creativa el establish­ment de Hollywood y ha generado valor para los accionistas sin caer en las mismas adquisiciones para construir un imperio que acechan al sector. Warner Bros por sí sola atrajo y maldijo anteriormente al pionero de internet AOL, al titán de las telecos AT&T y al conglomerado televisivo Discovery. Steve Case, Randall Stephenson y David Zaslav, sus respectivos jefes, alabaron las oportunidades que ofrecía ser propietarios del histórico negocio del entretenimiento, tal y como están haciendo ahora Sarandos y Peters. Los estragos que se avecinan no serán nada originales.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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