Las claves: el caso Nexperia recuerda la dependencia industrial de la UE y su débil unidad
Es inquietante que un miembro de la UE como Países Bajos adopte de forma individual una medida tan drástica que puede perjudicar a sus socios
China y Estados Unidos están librando una batalla por el predominio económico mundial, en particular el tecnológico y el comercial, y a veces son terceros los perjudicados por el fuego cruzado. Es el caso esta vez de las automovilísticas europeas, afectadas por el bloqueo a las exportaciones de chips de la china Nexperia, cuya filial holandesa ha sido intervenida por el Gobierno del país a instancias de Washington.
Aunque la crisis de suministro de semiconductores de la pandemia hizo más resistentes a corto plazo a las compañías del motor, estas están buscando proveedores alternativos. La dependencia de la industria europea de la tecnología china y estadounidense produce estos problemas, incluso en un sector que aún mantiene una industria relativamente potente, como es el de la automoción. Ante ese panorama, se comprende que la Comisión Europea intente apaciguar a la Casa Blanca, y adopte medidas duras contra las compañías chinas solo de forma puntual y muy calculada. Pero es inquietante que un miembro de la UE como Países Bajos adopte de forma individual una medida tan drástica que puede perjudicar a sus socios.
El estancamiento de la ocupación permite subir los precios
Ante el cierto estancamiento de la ocupación hotelera, con un exiguo crecimiento del 0,7% hasta septiembre, el sector ha optado por compensarlo con subidas de precios. Concretamente, con un alza de un nada exiguo 5,5% en los primeros nueve meses del año, hasta los 170 euros por habitación y noche. Las cuentas (y el relato) le salen a una hostelería que cuenta con una demanda que sigue siendo alta. Una reacción de economía básica: si mucha gente quiere algo, el que lo ofrece se puede permitir subir su precio sin sufrir demasiado. Los que sufren son los miembros de la curva de la demanda que no pueden permitirse estas reacciones.
Milei y el volátil cariño del pueblo y los mercados
La victoria electoral de Javier Milei insufla algo de aire a una Argentina que apuntaba a repetir patrones del pasado. Los mercados, amigos ante todo de las certezas y de la disciplina, abrazaban ayer el resultado, ante la perspectiva de que el plan de la motosierra siga adelante. Uno de sus primeros retos será asumir el pago de al menos 18.000 millones de dólares de deuda en 2026, para lo que tendrá que acumular una buena reserva de divisas extranjeras, con la inestimable ayuda en dólares de su amigo Donald Trump. Aunque por un margen holgado, la victoria tiene matices: más de un 30% del electorado se abstuvo en un país en el que es obligatorio votar. Milei puede tener ahora la confianza del mercado y de la población, pero ambas son lealtades fáciles de perder.
La frase del día
No aspiraría a ser vicepresidente en 2028. Creo que es demasiado astuto. Creo que a la gente no le gustaría. No estaría bien. (...) Me encantaría un tercer mandato. No he pensado [si estaría dispuesto a luchar por su legalidad en los tribunales]Donald Trump presidente de EE UU
La inteligencia artificial puede ser una ventana... al mundo real
Ismael Faro, vicepresidente de cuántica e IA en la división de investigación de IBM, defiende que internet es un concepto gigante dentro de una ventana. Los buscadores permiten mirar a través de ella, pero si uno saltara y entrase en el concepto, podría ver mucho más. Aquí es donde interviene la inteligencia artificial, que, eliminando el intermediario –las pestañas, la comparación de información–, permite acceder a un todo. Esto, afirma el experto, puede suponer un ahorro de tiempo importante, que se podrá usar “para hacer otras cosas”. Aquí puede estar la clave de la famosa carrera por la productividad. O, por lo menos, la clave para no perder tanto tiempo con labores mecánicas y salir a pisar un poco de césped. Las consecuencias sobre la inteligencia natural están por verse.
