Las claves: el dilema fiscal de los accionistas del Sabadell, otro elemento de incertidumbre
Lo crucial para los inversores, en todo caso, es si consideran que el precio propuesto es lo suficientemente atractivo

El dilema del prisionero es un problema clásico de la teoría de juegos. En él, dos sospechosos de un delito deben decidir por su cuenta si confiesan. Si ninguno confiesa, ambos recibirán una pena de un año; si lo hacen ambos, la condena será de seis para ambos; pero si solo lo hace uno, el castigo será de diez para el que calle, y el que hable saldrá libre. La decisión a la que se enfrentan los accionistas del Sabadell recuerda un poco a esa situación. Deben decidir si acuden o no a la opa del BBVA sin conocer si tendrán que pagar o no impuestos por las plusvalías. Si el apoyo a la oferta supera el 50%, el impacto fiscal será nulo, pero no si queda entre el 30% y ese umbral, y el BBVA no retira la oferta. El motivo es el régimen de diferimiento fiscal, diseñado para no penalizar las fusiones o absorciones de empresas mediante el canje de acciones.
Lo crucial para los inversores, en todo caso, es si consideran que el precio propuesto es lo suficientemente atractivo. La incertidumbre fiscal es solo un elemento más en la compleja y larga saga de esta posible fusión bancaria.
Un nuevo giro de Trump para satisfacción de las fabricantes de armas
Donald Trump, que presume de haber acabado con siete guerras en apenas nueve meses, dio el martes un giro radical en su planteamiento hacia el conflicto bélico en Ucrania, y, tras haber poco menos que humillado a su presidente en la Casa Blanca hace meses, defendió que Estados Unidos seguirá apoyando a Kiev frente a la agresión rusa con todos los medios necesarios. La sorpresa se marcaba en el rostro de Volodímir Zelenski mientras el presidente de EE UU hablaba, y es de suponer que en la cara de otros tantos analistas de Bolsa que cubren las firmas de defensa. El sector se dispara en Bolsa al calor de este nuevo giro. No es descartable que lleguen otros.
Si alguien no quiere comerse su parte del pastel, otro lo hará
La aerolínea low cost Wizz Air defiende que las tarifas de Aena –congeladas durante años y que ahora se disponen a subir un 6,6%, para gran indignación de Ryanair– son competitivas. Así se posiciona la Ryanair del Este frente a su competidora del Oeste, que despliega desde hace meses todo tipo de medidas de presión por una subida de 68 céntimos por viajero. La compañía dirigida por Eddie Wilson goza de una buena posición en el mercado español. O, lo que es lo mismo, España es uno de sus mercados más importantes. Y, si no está dispuesta a operar en él con estas condiciones, otros lo harán por ella. No es una historia que le suene a nuevo a Wilson. “Es el mercado, amigo”, que decía un exministro de Economía.
La frase
Unos enfoques nacionales aislados al aplicar las normas del mercado único de la UE están aumentando la burocracia y fragmentando el espacio económico común. La mezquina mentalidad de Estado pequeño es nuestro mayor obstáculo para la inversiónLars Klingbeil, ministro de Finanzas alemán
Las migajas electoralistas de Juan Manuel Moreno
En una comunidad donde más de un tercio de sus jóvenes está en paro, con un salario medio un 12% por debajo de la media nacional, según Adecco, y que adolece de una evidente infrafinanciación –mientras su Ejecutivo se muestra, como todos los de su color, contrario a la quita de la deuda–, sus dirigentes preparan un presupuesto lleno de rebajas fiscales de calado, como la deducción de los gastos veterinarios o de la tarifa del gimnasio. Estas medidas, de insignificancia cuantitativa pero de relevancia política –que muestran un proceder habitual– son las presentadas por Juanma Moreno, presidente de la Junta, para ganar las próximas elecciones. La rebaja, eso sí, es selectiva: está destinada a ciudadanos con una renta individual máxima de 80.000 euros.

