Las claves: la industria de la inteligencia artificial es cada vez más endogámica
En la burbuja de las puntocom, los fabricantes de equipos de telecomunicaciones prestaban dinero a las empresas para que pudieran comprarlos


El sector de los chips y la inteligencia artificial es cada vez más endogámico. Nvidia invertirá hasta 100.000 millones de dólares en OpenAI, la creadora de ChatGPT, y uno de sus principales clientes. A la compañía dirigida por Jensen Huang le sobra el efectivo, y dedicarlo a reforzar a un socio que lo funde a espuertas es una forma de sostener su modelo de negocio. Pero también indica, una vez más, que las expectativas de la inteligencia artificial se retroalimentan a sí mismas (Microsoft también es accionista de OpenAI). En la burbuja de las puntocom, los fabricantes de equipos de telecomunicaciones prestaban dinero a las empresas para que pudieran comprarlos.
Los mercados financieros están apostando una enorme proporción del crecimiento económico a las posibilidades de la IA, pero firmas como la de Sam Altman, que pretenden imitar a las inteligencias humanas, aún están lejos de ser rentables. Enfoques más modestos, como el de Google en resolver problemas concretos, parecen más razonables. Nvidia está simplemente alimentando la mano que le da de comer. Pero la IA empieza a sonar como una cámara de eco.
El sueño americano es más atractivo que nunca
La Bolsa estadounidense ha sido tradicionalmente el destino preferido del inversor, por su tamaño y capacidad de crecimiento. Lo que no quita que el dinero haya fluido también en otras direcciones, porque hay oportunidades en todos lados para quien tiene la pericia suficiente. Ahora, sin embargo, es tal la supremacía estadounidense, que el éxodo del dinero para cumplir el sueño americano es mayor que nunca. Es difícil competir en atractivo con el S&P 500 y sus grandes, grandísimas, tecnológicas. Hasta que, como todo, acabe bajando. Entonces el éxodo será hacia otros mercados, no es que el dinero sea especialmente fiel.
La industria del coche eléctrico chino se ha hecho mayor
Berkshire Hathaway compró acciones de BYD en 2008, cuando empezaba a mostrar sus primeros modelos de vehículos eléctricos. Fue Charlie Munger el que apostó por una industria china que estaba en los albores. 17 años después, los alumnos han superado a los maestros y las compañías del país asiático miran de tú a tú a gigantes como Tesla, y por encima del hombro a las empresas europeas. Y ahora es cuando, en plena guerra de precios a nivel doméstico, parece hora de vender sus acciones. Así lo ha hecho la empresa de Warren Buffett, que no ve demasiado recorrido a unos títulos que se han revalorizado un 4.500% desde que las adquirió. Es una buena moraleja para los inversores que tienen demasiada prisa por obtener ganancias.
La frase
La propuesta de un impuesto sobre el patrimonio del 2% es lo mínimo imprescindible. El problema es que es demasiado poco, dada la magnitud de la deuda pública francesa y la cuantía de todas las nuevas inversiones que se necesitanThomas Piketty, economista especialista en desigualdad
Un cambio de ciclo en el turismo en España... y de los españoles
Los últimos ejercicios han sido de bonanza para el sector turístico español, subido a una ola de visitantes creciente y, también, a una ola de precios al alza. Ahora, pesos pesados del sector, como Barceló, advierten de una cierta moderación de la curva, que por otro lado tiene un sentido económico: es difícil mantener un nivel de crecimiento tan fuerte de forma prolongada. Las visitas bajarán, pues –ya se ha notado este verano en algún destino–, pero desde la segunda hotelera española no esperan que lo hagan los precios, porque aún hay margen para igualarse con otros destinos, como Francia o Italia. También hay bastante distancia entre la renta de los españoles y la de sus vecinos, lo que complica el turismo nacional y ya se nota en las cifras de ocupaciones.

