Las claves: Óscar López respalda el afán de Murtra por una fusión. Pero ¿con quién?
El presidente de Telefónica tiene la oportunidad de reorientar la estrategia de Telefónica a través de fusiones o alianzas menos arriesgadas


El ministro de Transición Digital, Óscar López, ha recogido el guante de Telefónica en su ambición por la consolidación del sector europeo de las telecomunicaciones. “Necesitamos tamaño”, dijo ayer en un desayuno informativo. Esta postura favorable coincidió con el anuncio de que Telefónica celebrará su esperado Capital Markets Day, en el que presentará su plan estratégico, el 4 de noviembre.
La promesa de consolidación llega en un momento delicado para la compañía en sus principales mercados. En Alemania, Telefónica ha sido señalada por sus competidores por tomar medidas de precios “irracionales” para proteger su base de clientes tras la pérdida del contrato mayorista con 1&1, recientemente adjudicado a Vodafone, lo que ha liberado un 20% de su capacidad de red. Algunos analistas interpretan esta estrategia como un intento de presionar a Ralph Dommermuth para que venda 1&1. En el Reino Unido, la estabilización de la base de clientes está resultando más costosa de lo previsto por la competencia en la banda ancha fija y las dificultades para impulsar la convergencia con la oferta móvil de O2. En España, la batalla por el segmento de bajo coste enfrenta a Digi y Vodafone en una guerra de precios, mientras que los segmentos medio y alto permanecen, por ahora, relativamente defendidos.
Telefónica insiste en alentar una oleada de fusiones en un momento de dudas sobre su panorama orgánico. Pero ejecutarlas no es sencillo. En España, la fuerte revalorización de las acciones de Zegona, dueña de la filial de Vodafone, y que casi duplica su valor este año, unida al riesgo político de configurar un duopolio en el mercado nacional, son obstáculos de peso. En Alemania, en principio un terreno más atractivo para la consolidación, la combinación entre Telefónica y 1&1 sería la operación más lógica, con sinergias estimadas en más de 8.000 millones. Hay alternativas más pragmáticas, como un acuerdo para compartir la red entre ambas compañías o incluso un esquema de infraestructuras puestas en común que incluya también a otros operadores, a lo que se ha mostrado abierto el regulador alemán. Este tipo de operación permitiría cristalizar importantes sinergias sin el difícil proceso de aprobación comunitaria ni el riesgo de pagar de más. Marc Murtra tiene la oportunidad de reorientar la estrategia de Telefónica a través de fusiones o alianzas menos arriesgadas que otras planteadas.
El peligro de quedarse en medio del fuego comercial de EE UU y China
Cuando le preguntaron si se fiaba de Netanyahu, Donald Trump dijo que no se fía de nadie, salvo de sí mismo; o sea, que no tiene amigos. EE UU tampoco. Después de proponer hace unos días a los países del G7 imponer aranceles secundarios del 50%-100% a India y China por comprar petróleo ruso, a fin de acabar con la guerra de Ucrania, ayer Washington adelantaba que las negociaciones comerciales con Pekín van por buen camino. Está claro que EE UU por sí solo no puede forzar demasiado la máquina contra China, de cuya cadena de suministro de tierras raras sigue dependiendo en buen medida. Así que está intentando arrastrar a otros, como la UE, en su campaña. Los Gobiernos deben andarse con tiento para no acabar en medio del fuego cruzado de las dos superpotencias.
La frase
Si mientes, engañas o robas a tus inversores y les robas su dinero como Madoff, te dejaremos sin nada, sin hogar y sin coche. Pero hay otros grados en los que hay que avisar. No puedes llegar de repente, derribar su puerta y decir: “Uy, te hemos pillado, es una infracción técnica”Paul Atkins, presidente de la SEC (Securities and Exchange Commission) de EE UU
¿Qué nos dicen las series que nos gustan de nuestra sociedad?
La gala de los Emy, los premios más importantes de la televisión mundial, dejaron tres grandes ganadores: Adolescencia, The Pitt y Separación. Una es un drama sobre un joven radicalizado por contenidos misóginos, que acaba matando a una compañera de clase; la segunda cuenta un día en unas Urgencias, que acaba con un tiroteo masivo en un concierto, con el que tienen que lidiar los médicos. La tercera cuenta una distopía en la que trabajadores se presentan voluntarios a dividir su conciencia en dos, y condenan una de ellas a estar en la oficina eternamente, mientras que la otra disfruta del tiempo libre. El arte que hacemos, la serie que nos gusta, dice mucho de nuestra sociedad. Y no parece que lo que estas dicen sea especialmente bueno.

