¿Se está poniendo Europa las pilas con el emprendimiento?
No es cuestión de ideas: es cuestión de ambición, velocidad... y acción real

La Comisión Europea adoptó el pasado 28 de mayo la estrategia Choose Europe to Start and Scale, o lo que es lo mismo, una batería de medidas enfocadas a “hacer de Europa un lugar importante para crear y desarrollar empresas multinacionales impulsadas por la tecnología”. Esta estrategia llega en un momento clave ya que Europa, pese a su potencia científica, sigue lejos de los grandes polos de escalado tecnológico como son EE UU o Asia.
Esta estrategia empieza a reconocer el papel fundamental que tienen las startups y, sobre todo, las scale-ups, en la transformación y crecimiento de la economía. Es un gran paso para un continente al que, recientemente, se ha calificado de “dormido”, “ralentizado” o “poco ambicioso” en materia de innovación. Aunque estas medidas no silenciarán del todo esas opiniones, sí suponen un avance significativo con el potencial para desbloquear grandes oportunidades.
La primera oportunidad sería escalar en un mercado unificado en vez de hacerlo en 27 mercados fragmentados. Según la Comisión Europea, el 70% de las startups se limita a operar en su país de origen. Esto se debe, en parte, a la fragmentación regulatoria y a la dificultad de navegar marcos legales muy heterogéneos. Entre las medidas, se propone establecer un marco regulatorio armonizado entre países, con una identidad digital única. Así, se podrían reducir la complejidad y los costes asociados a la expansión internacional en el continente, acercando así a Europa a competir como mercado único, como ya ocurre en EE UU.
La segunda oportunidad consistiría en cerrar la brecha de financiación en las fases de escalado. Con esto se busca llenar el vacío de financiación europea que existe entre el momento de desarrollo de producto (liderados por fondos de capital riesgo, venture capital) y el momento de madurez en el mercado (liderado por bancos o mercados de capital). Actualmente, el mercado europeo de financiación de scale-ups está subdesarrollado si lo comparamos con Estados Unidos. Según datos de Pitchbook, la inversión estadounidense en scale-ups fue de 108 billones en 2023, mientras que en la UE se invirtieron 25 billones. Esto provoca que las scale-ups europeas busquen la financiación fuera y que, en consecuencia, se movilicen a otro continente. El nuevo fondo europeo propuesto, si se implementa con agilidad, así como el Pacto de Inversión, puede ayudar a cerrar esta brecha y mantener la sede de las compañías en Europa, con su consecuente generación de empleo y recaudación de impuestos.
Ciencia, investigación y talento
Uno de los principales objetivos de estas medidas es el de convertir la ciencia e investigación en negocios rentables. Europa, produce cerca del 25% de publicaciones científicas, mientras que EE UU, el 14%. Sin embargo, en 2021, las instituciones académicas europeas generaron solo 667 spin-offs en comparación con los 996 de Estados Unidos. Las medidas lab to unicorn y aquellas relacionadas con la propiedad intelectual facilitarán la conversión de investigación en empresa, multiplicando el número de spin-offs y reteniendo el valor económico de esta investigación científica.
El otro objetivo busca convertir a Europa en un polo global de atracción de talento emprendedor e innovador. Las ciudades europeas siempre copan los rankings de las ciudades con mejor calidad de vida, sin embargo, mucho talento europeo emigra del continente, que no consigue “importar” talento de otros continentes al mismo ritmo. Esto se debe a procesos burocráticos muy heterogéneos para la obtención de visados de trabajo; el tratamiento fiscal más restrictivo de ciertos incentivos fiscales comunes en el ecosistema emprendedor (stock options); o la menor probabilidad de encontrar el siguiente unicornio en Europa. Las medidas para la facilitación de visados (a través de la Blue Carpet) o la mejora del tratamiento fiscal de las stock options facilitará la retención del talento europeo y la captación de talento de otros continentes.
Con estas medidas, Europa potencia dos aspectos unidos, pero independientes al mismo tiempo: la creación de una empresa y la escalabilidad de la misma. El tiempo que conlleva la constitución de una startup, pagar los costes asociados a esa constitución, o navegar normativas europeas, hace que muchas ideas se queden por el camino y ni siquiera vean la luz. Gracias a la reducción de trabas burocráticas y la simplificación de procesos, se está dando un paso en favor de la generación de nuevos proyectos. Paralelamente, muchas scale-ups carecen del músculo financiero que necesitan para competir a escala global, teniendo que venderse a empresas/inversores internacionales o deslocalizándose fuera de Europa. El apoyo financiero que se propone en las medidas puede ser un gran desencadenante del crecimiento de empresas con ambición global.
Ahora bien, al igual que esto puede suponer una gran oportunidad, debemos tener en cuenta algunos temas relevantes que pueden frenar su éxito. Entre ellos, el carácter voluntario de algunas medidas (dependerá de que lo adopten los Estados miembros) o que muchas requerirán tiempo de implementación (armonizar la fiscalidad no es algo de hoy para mañana). Además, el foco en deep tech y en la creación de unicornios puede dejar fuera a compañías muy relevantes en sus sectores no encajan en el modelo de capital riesgo clásico.
Europa se juega mucho en este movimiento. No solo en ser un territorio más ágil para emprender, sino en consolidarse como un espacio donde el talento, la tecnología y el capital no solo nazcan, sino que escalen. La oportunidad es enorme, pero también los riesgos de que estas medidas se diluyan en la heterogeneidad europea. Si la voluntad política y la ejecución acompañan, podríamos estar ante el impulso que Europa necesitaba –o al menos uno de ellos– para competir en la primera división de la innovación global y del emprendimiento. Porque hoy, no es cuestión de ideas: es cuestión de ambición, velocidad... y acción real.
Nicolás Santamaría Vega es director de Lukkap Venture.

