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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

LVMH estaría mejor sin la M ni la H

La unidad de bebidas atraviesa problemas, aporta pocas sinergias y afronta riesgos similares a los del tabaco

Bernard Arnault, presidente y CEO de LVMH, y su hijo Jean Arnault, en la final de Roland Garros entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, en París el 8 de junio.

A Bernard Arnault le gusta construir imperios, no al revés. Sin embargo, LVMH, su empresa de lujo de 240.000 millones de euros, cuyas 75 marcas abarcan desde los bolsos Louis Vuitton el hasta champán Moët y el coñac Hennessy, se ve ahora lastrada por un descuento de conglomerado. Debería desprenderse de la unidad de bebidas, que atraviesa dificultades, aporta pocas sinergias y se enfrenta a riesgos similares a los del tabaco.

Vender o escindir Moët Hennessy suena a herejía. No solo porque representa dos letras del nombre del grupo francés de lujo: LVMH se creó en 1987 mediante la fusión de Moët Hennessy y Louis Vuitton. Las bebidas caras, como el champán Dom Pérignon, que se vende a unas 200 libras (240 euros) la botella –y más las mejores cosechas–, también han servido de cobertura, ya que están menos expuestas a los ciclos económicos que algunos productos como los zapatos o los bolsos.

Sin embargo, ese argumento empieza a tambalearse, ya que los consumidores buscan cada vez más bebidas más baratas. La unidad, que representa alrededor del 7% de las ventas del grupo, fue la que peor rendimiento está teniendo de las seis divisiones de LVMH. Las ventas cayeron un 8%, hasta 6.000 millones de euros, el año pasado, mientras que los ingresos totales de LVMH aumentaron un 1%.

El grupo dijo el 28 de mayo tener margen para subir los precios de sus productos de alta gama entre un 2% y un 3% sin que ello afecte a la demanda de los clientes de lujo, pero que será difícil subir los precios del coñac o los productos de belleza. En enero, cuando los analistas preguntaron a Arnault sobre una desinversión de la división de vinos y licores, este dijo que “no está en la agenda”, y afirmó que espera “ver una buena recuperación” del negocio en dos años, especialmente desde que se ha instalado este año un nuevo equipo directivo, que incluye al antiguo director financiero del grupo Jean-Jacques Guiony.

Por ahora, Arnault parece centrado en arreglar el negocio, pero es un buen momento para replantearse cuál es su lugar. A diferencia de Sephora, la cadena minorista de productos de belleza de LVMH con menores márgenes, no proporciona información valiosa que pueda ayudar a definir la estrategia del resto del grupo, ni ofrece muchas oportunidades de venta cruzada. Además, el mundo está cambiando rápidamente, con una nueva generación de consumidores de lujo dispuestos a aceptar un futuro sin alcohol. Una condición de paria similar a la del tabaco podría dañar el atractivo de la marca que LVMH ha cultivado con tanto esfuerzo.

La participación del 66% de LVMH en la unidad de bebidas podría valer 12.000 millones de euros, si se valora con el mismo múltiplo medio de 14 veces el beneficio operativo de 2026 obtenido por sus rivales Diageo y Pernod Ricard. Dado su tamaño y los retos actuales, una escisión probablemente tenga más sentido por ahora que una venta. La cotización por separado de la unidad daría lugar a un grupo de lujo más sencillo y de rápido crecimiento, que debería ser mejor valorado por los inversores. Un simple cálculo de la suma de las partes sugiere que LVMH podría valer unos 369.000 millones de euros, incluida la deuda neta, lo que supone un aumento del 47% con respecto a su valor actual.

Vender el negocio de bebidas seguiría siendo un gran paso para Arnault, sobre todo porque su hijo Alexandre, que se encuentra en una reñida pugna por la sucesión entre cinco hermanos, es actualmente su CEO adjunto. Aun así, el hecho de que las acciones de las grandes tabacaleras, como British American Tobacco, se valoren ahora solo 9 veces el beneficio operativo, sugiere que la unidad de bebidas podría caer aún más. LVMH está mejor sin M y H.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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