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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Mark Zuckerberg también intenta comprar la salvación mediante la IA

Adquirir Scale AI podría salirle tan bien a Meta como las operaciones de Instagram y WhatsApp

El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, probándose unas gafas de realidad aumentada Orion.

Mark Zuckerberg está volviendo a recurrir a la estrategia de fusiones y adquisiciones que le salvó en el pasado. Con el imperio de las redes sociales Meta Platforms –controlado por él– enfrentado a una amenaza existencial por parte de la inteligencia artificial, podría estar a punto de pagar unos 15.000 millones de dólares para adquirir una participación del 49% en Scale AI y los servicios de su fundador, Alexandr Wang. Sin embargo, replicar el acuerdo con Instagram será difícil.

La publicidad representa más del 95% de los ingresos de Meta, y el rápido avance de la tecnología de aprendizaje automático podría desviar la atención hacia otros lugares. Los intentos del gigante, valorado en 1,8 billones de dólares, de crear sus propios modelos de IA se están encontrando con una dura competencia por parte de rivales grandes y pequeños.

En términos más generales, a Zuckerberg le está costando desarrollar por su cuenta. Sus enormes inversiones en el Metaverso han provocado unas pérdidas combinadas de unos 30.000 millones de dólares en los últimos dos años, sin que haya habido mucho entusiasmo por parte de los consumidores. Del mismo modo, su modelo de IA Llama está teniendo un comienzo lento.

Por estas razones, respaldar a Scale AI y poner a Wang al frente de una nueva división de investigación en superinteligencia, como contó el martes The Information, tiene cierto sentido. Sería una de las mayores adquisiciones de talento de la historia y una de las mayores inyecciones de capital en una empresa de financiación privada.

Scale AI es prometedora debido a su posición, que le permite alimentar modelos de lenguaje de gran tamaño con datos correctos mediante su etiquetado y depuración. La pregunta es si Wang, y posiblemente Zuckerberg, podrán convertirla en algo más que una fábrica digital.

El fundador de Meta merece el beneficio de la duda. Cuando Facebook salió a Bolsa en 2012, existían serias dudas sobre su capacidad para hacer la transición del PC al móvil. La compra de Instagram, con dos años de antigüedad, y de su jefe, Kevin Systrom, antes de una OPV de 1.000 millones de dólares, el doble de su valoración privada, causó sorpresa en su momento. Este año, Instagram generará más de la mitad de los ingresos publicitarios de Meta en Estados Unidos, según la firma de investigación eMarketer. Pagar 19.000 millones de dólares por el servicio de mensajería WhatsApp dos años después también parecía una locura, hasta que su número de usuarios se disparó.

La prueba definitiva del talento de Zuckerberg para las fusiones y adquisiciones es que la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos quiere deshacer ambas operaciones, acusando a Meta de ser un monopolio. También es una razón para mostrarse escéptico sobre la inversión en Scale AI, ya que incluso una participación no mayoritaria probablemente atraería el escrutinio de las autoridades de competencia. Además, en lugar de comprar desde una posición de fuerza, Meta está jugando a la defensiva en el campo de la inteligencia artificial. Es posible que esta vez no pueda salir del atolladero comprando.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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