Las claves: la UE amaga pero no da en la guerra comercial, que crea extraños compañeros de mesa
En este Risk particular, Bruselas también ha guiñado el ojo a China, que a su vez ha hecho un inédito comunicado conjunto con Japón y Corea del Sur


La Unión Europea optó ayer por una respuesta cualitativa, más que cuantitativa –y en todo caso hipotética–, a los aranceles de Donald Trump. Hizo una lista de productos importados, que suman 95.000 millones de euros– sobre los que podría tomar represalias si no llegan a buen puerto –nunca mejor dicho– las negociaciones comerciales. En realidad, es una forma de ponerse de perfil, parecida a la que ha adoptado México, o Reino Unido, que ayer anunció un acuerdo con Estados Unidos. Además, Bruselas no ha incluido en el listado bienes cruciales como medicamentos, semiconductores o materias primas, lo cual demuestra que no está dispuesta a acabar como los personajes del cuadro Duelo a garrotazos, de Goya, salvo que le obliguen a hacerlo.
En este Risk comercial, la UE también ha guiñado el ojo a China, que a su vez ha hecho un inédito comunicado conjunto con Japón y Corea del Sur. Las relaciones internacionales están en un auténtico reordenamiento por una guerra comercial que crea extraños compañeros de mesa.
El sueño americano de Ferrovial se queda en siesta poco reparadora
Hace un año que Ferrovial cotiza en Estados Unidos. Para ello –o al menos así lo justificaron– tuvieron que trasladar la sede de la empresa a Países Bajos, en un proceso polémico, embarrado por las insinuaciones de que España no era un mercado que diese seguridad jurídica y las réplicas del Gobierno. Conseguido el traslado, comenzó a cotizar en Wall Street con el sueño americano en mente de acabar en el índice tecnológico Nasdaq. Sin embargo, tras un año al otro lado del charco, no ha llegado al índice y el 95% de su negociación sigue siendo en la Bolsa española. Al final, la tierra tira mucho.
El becario se ha hecho mayor esperando su estatuto
A un trabajador que fuese becario el día que la ministra de Trabajo presentó el estatuto del becario, hace ya 692 días, le ha dado tiempo a acabar sus prácticas, sacarse un máster, empezar otro trabajo y, si ha tenido suerte, sacarse una oposición (comprarse un piso ya es menos probable), antes de que ese texto se apruebe. Porque, de momento, sigue siendo eso: un trozo de papel firmado por varios agentes sociales –el matiz de cantidad es necesario, porque el consenso en el diálogo social lleva un tiempo parecido suspendido– sin ninguna validez legal. Ha dado tiempo hasta para unas elecciones. Unos y otros señalan a estos y aquellos mientras van pasando los días y los becarios. Con las mismas precarias condiciones.
La frase
China y Rusia deben consolidar las bases de su cooperación y eliminar la injerencia externa. Deben ser verdaderos amigos de acero que han pasado por cien pruebas de fuego. Trabajarán juntos para contrarrestar el unilateralismo y la intimidaciónXi Jinping, presidente de China
Amigos virtuales para usted y sus hijos, pero no para los de los oligarcas ‘tech’
Dice Mark Zuckerberg, presidente ejecutivo de Meta y fundador de Facebook, que el estadounidense promedio tiene menos de tres amigos, cuando en realidad querría tener por lo menos 15, por lo que su gran idea –despúes de aquel metaverso que se quedó perdido en la nube– es que la gente tenga amigos virtuales. Otra idea cuando menos curiosa de un hombre que se hizo rico creando una web donde coleccionar amigos, lo que habla bien de qué concepción de la amistad tiene. En realidad,quizá la mejor forma de encontrar amigos, palpables, falibles, de carne y hueso, sea usar menos Facebook o Instagram. Pero eso, Zuckerberg, que reconoce que limita a sus hijos el uso de pantallas y de realidad virtual, no lo dirá. Por lo que sea.