El oro brilla más cuando el rojo, el blanco y el azul pierden intensidad
No es un sustituto de los bonos del Tesoro de EE UU ni del dólar, pero es la mejor opción en un mundo fracturado

El oro brilla con más intensidad que nunca. Refugio atemporal frente a la inestabilidad económica, ha ganado valor a medida que los inversores temen cada vez más el deterioro de las instituciones de EE UU y el estado de Derecho en el país. No es un sustituto de los bonos sin riesgo americanos ni del dólar, pero es la mejor alternativa en un mundo fracturado.
Los grandes fondos y los bancos centrales están haciendo subir el precio del oro mientras la Administración Trump vacila sobre los aranceles. Este año se ha disparado un 28%, alcanzando un máximo histórico de 3.425 dólares la onza a principios de semana. Los retornos de los bonos del Tesoro de EE UU también han subido, y los a 20 años cerraron por encima del 4,9% el mismo día que el oro alcanzó su máximo. Estas subidas simultáneas son inusuales y agravan las preocupaciones sobre la economía.
Las autoridades monetarias llevan años acumulando reservas de oro, con fuertes aumentos tras la invasión de Ucrania. Después de que EE UU y sus aliados congelaran 300.000 millones de dólares de las reservas extranjeras de Moscú, lo que provocó una crisis de liquidez y acusaciones de robo por parte del Vladimir Putin, los Gobiernos se apresuraron a diversificar sus reservas y alejarse del dólar y los bonos. Entre 2010 y 2021, los bancos centrales compraron en promedio 473 toneladas de oro al año; de 2022 a 2024, la cifra se disparó por encima de las 1000, lo que les da alrededor del 20% de las reservas mundiales. Los particulares poseen casi la mitad, principalmente en forma de joyas.
El salvaje trading del oro también está distorsionando las previsiones. El Banco de la Reserva Federal de Atlanta modificó sus proyecciones de crecimiento después de que una estimación anterior indicara que la economía de EE UU se contraería debido a las importaciones de oro, que afectan a la balanza comercial global. Los operadores de JP Morgan y otros grandes bancos han estado trasladando lingotes en vuelos transatlánticos para aprovechar los precios más altos en Nueva York que en las Bolsas de Londres. Estos acontecimientos no reflejan el buen funcionamiento del mercado internacional, sino la intensificación de los esfuerzos por buscar refugio frente a la tormenta.
El oro no da ingresos por intereses como lo hacen los bonos de EE UU, y es mucho más difícil de transportar que los dólares. Los billetes verdes también representan casi tres quintos de todas las reservas conocidas de los bancos centrales, pero hay buenas razones para pensar que su declive persistirá bajo el mandato de Trump. El economista jefe de Goldman Sachs, Jan Hatzius, por ejemplo, dijo el jueves que el dólar podría debilitarse otro 25% frente a una cesta de divisas mundiales. A medida que el rojo, el blanco y el azul se desvanecen, el oro brillará aún más.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías