Las claves: en las trincheras de la guerra comercial
La deuda europea está de moda, a despecho del que fuera su gran aliado
El dinero es como la vida en Jurassic Park: se abre camino. O cava un agujero donde esconderse cuando se acerca un depredador. Cuando los mercados tiemblan, los inversores acuden a sus refugios preferidos, y en plena guerra comercial conviene encontrar trincheras lo más confortables posible. Antes –esto es, pre Trump 2.0–, dos de esos agujeros donde pasar tranquilos las hostilidades eran la deuda estadounidense y el dólar. Pero ninguno de los dos se está comportando como debería, porque a los inversores no les está gustando en demasía el errático ir y venir arancelario. Así que el interés del bono estadounidense ha subido –para compensar que no hay tanta demanda– y el dólar ha bajado. Mientras, al otro lado del charco, otra renta fija que no se ha caracterizado especialmente por su protección ante proyectiles económicos (salvo por el sacrosanto bono a 10 años alemán) atrae la atención de los inversores: la deuda europea está de moda, a despecho del que fuera su gran aliado, y sus rentabilidades caen. Vendrá bien para pagar las armas, trincheras y guerras (las de verdad) que Estados Unidos ya no quiere sufragar.
Pedir un Bizum al colega tacaño puede ser un gesto estratégico
La irrupción de las aplicaciones de transferencias instantáneas como Bizum fue un golpe a la línea de flotación del tacaño del grupo de amigos, que ya no puede alegar que no tenía suelto. Ahora, en un nuevo giro de los acontecimientos, la geopolítica nos ha llevado a que pedir a ese colega que te haga un Bizum no sea una fuente de vergüenza, sino un acto casi patriótico, geopolítico, y en defensa de la autonomía europea: la banca europea llama a que todas estas aplicaciones se unan para competir con Visa y Mastercard. Lo que sea necesario para defender la independencia del Viejo Continente.
Sánchez ya no piensa que sobre el Ministerio de Defensa
En 2014, Pedro Sánchez, entonces ya secretario general del PSOE, dijo: “Sobra el Ministerio de Defensa”. Él mismo reconoció ayer que, si le hubieran preguntado hace años sobre el aumento del gasto militar español al 2% este año (esta vez sí, promete), hubiera dado una respuesta distinta. El ahora presidente del Gobierno pretende, además, conseguir la cuadratura del círculo, elevándolo sin tocar el gasto social. Para ello seguramente tirará de imaginación, como cuando renombró el rearme europeo como “salto tecnológico”. Si algo no se le puede discutir a Sánchez es flexibilidad e imaginación para adaptarse a las circunstancias. En este caso, para asumir los compromisos de España con una OTAN que, por lo visto, es el vínculo EE UU-UE que goza de mejor salud.
La frase
Creo que, en realidad, los aranceles representan más un riesgo desinflacionario que inflacionario en Reino Unido, por el desvío de las exportaciones asiáticas, la debilidad del dólar y el debilitamiento de la demanda por la ralentización del crecimientoMegan Greene, miembro externo del Comité de política monetaria del Banco de Inglaterra
Un remedio infalible para la resaca
No son pocos los que, a lo largo de la historia del beber, se han aventurado a intentar encontrar una cura para la resaca. Casi todos con relativo poco éxito. Resulta que, según apuntan los expertos, hay hasta 47 síntomas para esta dolencia, que van del dolor de cabeza a los vómitos, y el truco del cuñado del amigo de un amigo de beber dos litros de agua antes de acostarse no puede con todos ellos. Por lo que sea. La resaca, un poco como el amor y otras peligrosas afecciones, se manifiesta en cada uno de una forma muy particular, y es difícil llegar a una cura para cada una de sus manifestaciones. Los hay, incluso, incapaces de sufrirla. Un remedio excepcional, eso sí, es no beber alcohol. Pero tiene peor caché. Habrá que seguir esperando.
