Las claves: una nueva montaña rusa de emociones para Grifols
Si al final resulta que sí que hay un segundo intento de salir de Bolsa y este sale adelante, sus ejecutivos dormirán más tranquilos


Nueva jornada de infarto en los mercados para Grifols. Aunque la compañía catalana de hemoderivados está tan acostumbrada a ellas en los últimos años que para sus directivos esto habrá sido un miércoles más. Zarandeada por los rumores de un segundo intento de oferta pública de adquisición del fondo Brookfield, la firma vio ayer cómo el valor de sus títulos se disparaba hasta un 15%, por momentos, después de un mes en el que se habían desplomado un 26%, para acabar cerrando con un +3,02%. Toda una montaña rusa de emociones.
La empresa afronta así otro pequeño terremoto, de tantos que han vivido desde la pandemia, que supuso un duro golpe a su negocio. Tras ella, las acusaciones del fondo activista (e interesado) Gotham sobre sus cuentas la pusieron contra las cuerdas. Así las cosas, la familia fundadora buscó salir, por fin, de la Bolsa, ese cliente tan difícil, pedigüeño y detallista, pero sin éxito. Si al final resulta que sí que hay un segundo intento (de momento, hay conversaciones) y este sale adelante, sus ejecutivos dormirán más tranquilos. Pero seguro que hay alguno que acaba echando de menos la adrenalina de los mercados.
Los valores que se resisten a la insurgencia de Trump son... los que le apoyan
Wall Street está sufriendo por las medidas proteccionistas de Donald Trump, pero algunos valores salen ganando: justo los que juegan a favor de la corriente política de la Casa Blanca. Es el caso de Newsmax, la cadena de televisión pro-Trump (llamarla conservadora en este caso sería mucho decir, dado el carácter insurgente de sus políticas). Se ha disparado más de un 2.000% desde su salida al parqué el lunes. Como con otras acciones meme o con las propias criptos, los inversores deberían tener cuidado en no poner mucho dinero en el mismo cesto del presidente. Con el voto podría valer.
Una Bolsa de perfil bajo, para mal y para bien
Aunque pueda parecer sorprendente, por una vez hay un fenómeno negativo para casi todo el mundo, pero del que el Ibex se salva. El selectivo español va así de la mano del oro, y se libra por el momento de los tejemanejes arancelarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Resulta que el selectivo español está aprovechando algunos de sus principales rasgos, esos que en su momento fueron calificados de debilidades: su poca exposición internacional, su limitada diversificación y su excesiva dependencia de valores defensivos, donde resalta sin duda la banca. Tener un perfil bajo, en los mercados o en la vida laboral, puede tener sus ventajas: probablemente a uno no le asciendan, pero tampoco será el primero en la lista de despedidos.
La frase
Me parece una chorrada lo del kit de seguridad de la UE. Es un despropósito que estén mandando ese mensaje de miedo. No sé si se fue o no consciente de ello para cambiar la opinión pública respecto al rearme y que todos fuesen un poquito más dóciles, o si simplemente fue una tonteríaFernando Clavijo, presidente de Canarias
Los insectos, un alimento que la globalización aún no ha conseguido extender en la UE
La carne vegetal no ha terminado de triunfar, en parte por culpa de la inflación de estos años. Eso sí, el vegetarianismo sigue totalmente en boga. Hay otra tendencia, la de comer insectos, que no termina de despegar, pese a la globalización, que todo lo uniforma. Es una costumbre de países en desarrollo (o sea, menos ricos) de Asia y Latinoamérica, y aquí, además de que hace poco tiempo que lo permite la legislación europea, quizá se ve como comida para pobres; algo que, en realidad, también son las lentejas o las legumbres en general: platos baratos pero muy nutritivos. Si comemos ancas de rana o caracoles, no está claro por qué no también insectos. Los cocineros innovan y aderezan los platos para hacerlos atractivos, a ver si cambia el viento.