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Análisis
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Momento Sputnik: ¿quién gana y quién pierde con la IA en 2025?

Salen beneficiados absolutamente todos, incluso Nvidia, aunque se hayan llevado un pequeño susto con DeepSeek

Un móvil con el logo de DeepSeek y ChatGPT.

Para bien o para mal, la frase ya ha quedado para la historia. El lanzamiento de la IA china DeepSeek generó un terremoto de tal calibre en los mercados bursátiles que era fácil que calase alguna especie de titular para definir lo que para muchos iba a ser una antes y un después en la historia de la inteligencia artificial.

Y fue Marc Andreessen, uno de los inversores de capital riesgo más influyentes en Silicon Valley, quien dio con la tecla. Lo llamó “momento Sputnik de la IA”, en clara referencia al periodo de la historia en que los científicos estadounidenses, aparentemente superados por los soviéticos, le dieron la vuelta a la historia para acelerar su tecnología y ser los primeros en poner un pie en la luna.

Dos meses después de este anuncio, es tiempo de juzgar, con cierta perspectiva, si resulta exagerado hablar de momento Sputnik. ¿Está China superando en tecnología a EE UU? Y, sobre todo, ¿están sufriendo las grandes compañías norteamericanas por el anuncio de un LLM generado con una menor inversión?

No parece que sea el caso. Cierto que no conviene menospreciar el impacto que tuvo el lanzamiento de DeepSeek, especialmente en los mercados bursátiles. La caída de Nvidia –la más acusada de la historia– arrastró a otros fabricantes como Broadcom, AMD, Arm Holdings, Micron, ASML y ASM International, pero no solo eso.

El hundimiento también se contagió a empresas eléctricas como Vistra, GE Vernova y Arista ante el temor de que se redujese el consumo de energía asociado a la IA. Incluso la española ACS, con activos en Estados Unidos, caía en Bolsa en estos primeros instantes de descontrol y momento Sputnik.

Pero mientras unas caían, otras subían. Es el caso de Salesforce, una empresa bien posicionada en el ranking Fortune 500, que ha pasado de ser de una compañía de CRM a una que provee IA para todo con una estrategia centrada en los agentes autónomos. Es decir, los primeros días marcaron una tendencia clara. Mientras aquellos que fabricaban modelos de IA caían en bolsa, aquellos que explotaban modelos de IA subían. Y mostraban un camino que puede generar oportunidades para muchos: no estamos tanto en el momento de construir nuevos LLM cómo en el de aprender a generar valor con la IA.

Pasados dos meses desde el anuncio de DeepSeek podemos intuir, además, que su impacto ha sido más mediático que funcional. Grandes compañías como Oracle, directamente implicada en el Proyecto Stargate que quiere impulsar la administración norteamericana, ha anunciado beneficios récord y la previsión de seguir creciendo pese al impacto de la IA china.

Y otros analistas apuntan que, si realmente la IA camina hacia un modelo más barato y efectivo, eso impulsará aún más la necesidad de procesadores y poder de computación de Nvidia, Google y todas las empresas cuyas acciones cayeron en el llamado momento Sputnik.

Hay precedentes en nuestra historia más reciente. Cuando se lanzó Android, las empresas de procesadores para móviles no desaparecieron, sino todo lo contrario. Como más y más gente quería comprarse un móvil avanzado, empresas como Qualcomm se dispararon a cotas inimaginables, empujando a la baja tanto los precios del hardware como del software. Algo parecido podríamos ver con la IA.

Así que la respuesta a la pregunta inicial parece sencilla. ¿Quién está ganando con la IA en 2025? Absolutamente todos. Incluso Nvidia. Ganan los que la explotan y ganan los que la fabrican, aunque se hayan llevado un pequeño susto.

Pero todavía puede ganar mucha más gente, y ese es hoy el gran reto para los empresarios españoles y europeos. Tienen que ganar también los que la consumen. Y para eso hay que saber cómo implantarla en una empresa. La tecnología por sí sola no transforma, su verdadero impacto radica en cómo se implementa y se integra en la estrategia empresarial.

Algo que no es tan sencillo. Solo el 1,7% de los CEO se siente preparado para implementar la Inteligencia Artificial. Son datos de un reciente informe de Cisco que revelan la realidad sobre esta tecnología. Todo el mundo quiere implementarla, pero muy pocos saben cómo.

El informe destaca que, en un entorno empresarial cada vez más competitivo, la velocidad es un factor determinante para el éxito. Solo los líderes que actúen con determinación hoy para construir redes resilientes y preparadas para el futuro serán quienes aprovechen la IA para generar valor real.

Alicia Richart es consejera en IA.

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