La bazuca de defensa de la UE es de juguete
Si se distribuyera en los próximos cinco años, por ejemplo, y se utilizara en su totalidad, ascendería a menos del 0,2% del PIB del bloque

La Comisión Europea anunció a principios de mes un paquete diseñado para ayudar a los Estados a financiar el aumento del gasto militar que necesitan. En el centro de su plan hay un mecanismo de préstamo de 150.000 millones de euros.
El nuevo vehículo, aprobado en principio por los líderes de la UE en su cumbre del día 7, permitiría a Bruselas tomar prestada la suma y redistribuirla a los Estados que pudieran necesitar ayuda para apuntalar sus presupuestos de defensa. Se financiaría mediante préstamos conjuntos, como el estímulo post-covid de 2020, en el que los Gobiernos autorizaron a la Comisión a recurrir a los mercados por valor de 750.000 millones. Pero, a diferencia de ese Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que usó más de la mitad de su dinero en subvenciones directas, el vehículo de defensa solo concedería préstamos.
Por tanto, es probable que solo lo utilicen países cuyos costes de financiación sean más altos que los de la propia UE. El rendimiento de los bonos de la UE a 10 años ronda el 3,2%, por lo que países como Alemania, Países Bajos o Dinamarca, que se financian a un coste menor, no podrían acceder a él. Por otro lado, grandes potencias como Francia, Italia y España, con retornos respectivos del 3,6%, 4% y 3,5%, se beneficiarían de una pequeña subvención si pidieran un préstamo en la ventanilla de Ursula Von der Leyen.
El beneficio financiero sería marginal. En un préstamo a 10 años de 20.000 millones, por ejemplo, el ahorro en el servicio de la deuda solo ascendería a unos 160 millones para Italia, y solo a la mitad de esa suma para Francia. Y algunos Gobiernos podrían decidir que el beneficio desaparecería por completo si se imponen condiciones a los préstamos, como la obligación de comprar armas fabricadas en Europa. Algunos valorarán que el pequeño beneficio financiero no merece la pena a cambio de su libertad.
El fondo, tal como está previsto, es solo una pequeña parte del aumento del gasto que los europeos tendrán que desembolsar en defensa. Si se distribuyera en los próximos cinco años, por ejemplo, y se utilizara en su totalidad, ascendería a menos del 0,2% del PIB de la UE. Los líderes europeos están debatiendo reforzar sus presupuestos militares en torno al 1,5% del PIB. Si quiere jugar un papel en el debate, Von der Leyen necesitará un arma más grande.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías