Las claves: lo que es bueno para el coche eléctrico, es bueno para todo el mundo
La eficiencia es la eficiencia, la consiga Agamenón o su porquero


La eficiencia es la eficiencia, la consiga Agamenón o su porquero. Si es verdad que BYD, el fabricante de coches eléctricos, puede cargar su modelo Han L en solo cinco minutos (para una autonomía de 400 kilómetros), además de ser motivo de atracción para los inversores, debería serlo de celebración para todo el mundo. Para los usuarios, por razones obvias: cuanto más avance esta tecnología, más acabará abaratándose, y más posibilidades tendrá todo el mundo de tener su propio vehículo, aunque eso no agrade a los que creen que en las ciudades o en las carreteras sobran coches (salvo, seguramente, los de ellos mismos). Para los competidores de BYD, porque significa que es posible conseguirlo, y que por tanto ellos acabarán llegando también, de una forma u otra, y podrán vender más automóviles (aunque de primeras les quite cuota de mercado). Para las autoridades chinas, porque demuestra que su apoyo a la industria propia funciona. Y para las autoridades europeas y estadounidenses, porque lo que es bueno para sus ciudadanos debería serlo para ellas también. Aunque signifique reconocer que no son el centro del mundo tecnológico.
Las ballenas abrazan la estrategia de ‘tonto el último’
A la vista de los vaivenes de la Bolsa estadounidense, los grandes inversores han optado por poner pies en polvorosa y sacan dinero a raudales de los mercados. Su reacción no es de extrañar, dada la enorme volatilidad de los parqués estadounidense en las últimas semanas, zarandeados por las medidas arancelarias.
Las ballenas de Wall Street abrazan así el lema de tonto el último, que vale tanto para el patio del colegio como para la inversión. El primero de esta carrera, y por lo tanto el más listo, ha sido, una vez más, Warren Buffett. A uno no le reconocen el honor de ser el mejor inversor de la historia por nada.
En el sector tecnológico, los gigantes se reparten el juego... y los proveedores
En el sector tecnológico estadounidense, a menudo da la impresión de que son los mismos perros con distintos collares. No es solo que haya pocas empresas, es que todas tienen intereses y relaciones cruzadas. Microsoft es inversor de OpenAI, Apple y Google tienen una alianza para usar sus servicios de forma combinada... y ahora Alphabet, matriz de Google, se ha hecho con Wiz, firma de ciberseguridad en la nube, que trabaja para la propia Google Cloud, pero también para Azure, de Microsoft, y Amazon Web Services. Eso plantea dudas sobre la relación de unos y otros, pero sobre todo recalca la sensación de que hay poca competencia en el sector, como, por lo demás, sabe todo el mundo, empezando por las autoridades, que deberán aprobar la operación.
La frase
Las reservas rusas de metales de tierras raras superan varias veces las de Ucrania, y estamos estudiando varios yacimientos. Nos gustaría involucrar a empresas de EE UU, hay un interés significativo, pero Rusia debe estar también interesadaKirill Dmitriev, CEO del fondo de inversión directa ruso
El truco definitivo para no estresarse organizando un viaje
Hay quien, para quitarse el estrés del día al día en el trabajo, decide sustituirlo por el estrés de viajar y, sobre todo, de organizar un viaje. Cada uno elige su veneno. Para aliviarse de este último, una experta viajera recomienda toda una serie de quehaceres previos al viaje –que serían capaces de aterrorizar al más ligero de los procrastinadores–, que, dice, ayudan a hacer estas escapadas sin preocupaciones. Todas las medidas recomendadas comparten un punto en común: tener todo pensado, tasado milimétricamente y, a ser posible, en listas. Los deberes del disfrute, la burocracia del gozo. Si estos son los consejos, quizá lo menos estresante sea, directamente, no viajar. No está de moda, pero es bastante cómodo.