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Editorial
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El Ibex supera el Tourmalet de los tipos de interés

La resistencia a los embates del precio del dinero es uno de los elementos que mejor explica el cambio (a mejor) de España desde la Gran Recesión

Sede de la Bolsa de Madrid.
Sede de la Bolsa de Madrid.Altea Tejido (EFE)
CINCO DÍAS

Antes de los cambios tectónicos que registran en la economía y la política, estaba la inflación. La perspectiva histórica suele anticipar movimientos de gran calado después de que los ciudadanos tengan dificultades para llenar la cesta de la compra, el depósito de gasolina o, en este caso, pagar la factura del gas de la comunidad. La invasión de Ucrania terminó con un ciclo de baja inflación que se remontaba a los años 80. Y, con la alta inflación llegan también las subidas de tipos de interés. La severa medicina que arregla un problema (las alzas de precios) creando otro (riesgo de recesión). El peaje de la lucha contra la inflación, no obstante, ha sido relativamente llevadero para España, tanto desde el nivel macroeconómico como desde las empresas.

Las previsiones de la OCDE publicadas ayer son otro ejemplo de la buena coyuntura económica, y de la resistencia frente al alza del precio del dinero. Las grandes cotizadas, por su parte, también han capeado la tormenta sin dificultades de calado. La subida del 32% en la carga financiera de las empresas no financieras del Ibex 35 es sustancialmente menor que la mejora de los beneficios, tanto en términos operativos como de resultado neto, en este mismo periodo. En otras palabras, la capacidad de las gigantes cotizadas españoles para pagar sus deudas es mayor después de las subidas de tipos de lo que era antes.

Ello se debe a unos balances relativamente sólidos, pero también a una labor de saneamiento. Entre 2022 y 2024 la deuda neta de las grandes cotizadas apenas ha subido en términos absolutos. Un 6% de aumento es, en términos deflactados, un recorte del endeudamiento. Incluso el tipo medio de la deuda ha subido de una forma muy contenida, menos de 75 puntos básicos, mientras los tipos pasaron, entre julio de 2022 y septiembre de 2023, del cero al 4%. Del mismo modo, el Tesoro Público ha capeado el temporal financiero con relativa solvencia.

Las grandes cotizadas no son, en todo caso, muestra de la totalidad del tejido empresarial. En España, como en el resto de Europa o en Estados Unidos, las firmas de menor tamaño tienen menos capacidad para acceder al mercado, y, de hecho, el coste financiero es uno de los motivos por el que las firmas de mediana capitalización lo hacen peor que los grandes valores. Aun así, la resistencia a los embates de los tipos de interés es, probablemente, uno de los elementos que mejor explique el cambio (a mejor) de la estructura económica de España desde la Gran Recesión.

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