Las claves: la inquietante sensación de que estudiar ya no vale tanto la pena como antes
A cambio, los que tienen menos formación reglada se ven un poco menos vulnerables en lo económico


Los últimos datos de Eurostat revelan que se ha reducido un poco (solo un poco) la brecha entre el porcentaje de personas con estudios superiores y los que tienen pocos estudios en lo relativo a autopercibirse como pobres. A cambio, los que tienen menos formación reglada se ven un poco menos vulnerables en lo económico. Seguramente sea algo más que una sensación, porque la pérdida de poder adquisitivo de los últimos años se ha cebado más con los salarios medios y altos, en particular con los de quienes entran en el mercado laboral, que con los bajos (beneficiados por la subida del salario mínimo), por no hablar de las pensiones.
Estos datos reales o percibidos tienen un aspecto positivo, que es el de que se ha reducido un poco la fragilidad financiera de las clases bajas, que suelen coincidir con las menos formadas (muy posiblemente por tener menos oportunidades para ello), y otro negativo, que es el de que el esfuerzo académico (que también puede ir acompañado de un entorno que lo facilite) no recibe tanto premio como antes. Habrá que escoger mejor qué carrera hacer.
En los aviones privados, alquilar es más atractivo que comprar
En el negocio de los aviones privados, alquilar tiene más glamur que comprar. Con la segunda fórmula, es más fácil rastrear dónde está un determinado millonario, algo que no ocurre con la primera. Eso está disparando las cotizaciones de los fabricantes de esta industria.
Lejos queda el tímido, timidísimo intento del Gobierno de Emmanuel Macron, allá por 2022, de poner límites a este tipo de vuelos. Tampoco los regulares se han restringido, como amenazaban algunos países; eso sí, han subido bastante de precio. Algo que no es demasiado problema para los que recurren a los vuelos privados.
En busca de ese breve instante en el que los tipos bajan y los pisos no suben
La bajada de los tipos de interés ha sido aprovechada por las familias españolas para lanzarse a comprar una casa, ante la perspectiva de que, al reducirse la carga financiera de las operaciones, los vendedores aprovechen para subir los precios que cobran ellos. Esa fiebre compradora (en 2024 se concedieron un 11% más de hipotecas que en 2023) acabó provocando, claro está, que subieran los precios, como una profecía autocumplida.
Con todo, en las zonas más tensionadas, las más atractivas desde el punto de vista inversor, sigue habiendo muchos adquirentes que operan a tocateja. A ellos no les afecta especialmente la política monetaria de los bancos centrales, ni la inflación. Como a la banca en el casino.
La frase
Las empresas chinas forman en realidad un ecosistema, y nos unimos más cuando nos enfrentamos a presiones externas. Tenemos en mente el mercado global y queremos aumentar la influencia de los productos chinos en el extranjeroLei Jun, CEO de xiaomi
Al pollo frito de KFC le sobra la ‘K’ de Kentucky
KFC, la famosa cadena de pollo frito, antiguamente conocida como Kentucky Fried Chicken, ha roto con la coherencia onomástica y ha decidido trasladar su sede de Kentucky a Texas, dejando huérfanas a las otras dos letras que conforman su nombre comercial. La empresa se une así al lento exilio de compañías al estado sureño, que ofrece un entorno regulatorio más favorable. KFC será, por tanto, algo menos exacto, aunque no es sorprendente que quieran conservar una marca que funciona. TFC suena algo peor. También es verdad, para los puristas de las esencias, que el coronel Sanders, fundador de la cadena de restauración y también su imagen, tampoco era propiamente un coronel. El gobernador del estado que ahora abandonan le nombró a título honorífico.