Stargate, el nuevo juguete de Trump que abre la puerta al frenesí de la IA
Lo que ofrece el anuncio del presidente es bombo y platillo y un sello de aprobación
El auge de la IA tiene un nuevo impulsor, Donald Trump. El martes presentó una empresa conjunta llamada Stargate junto a tres de sus principales inversores: Sam Altman, de OpenAI, Masayoshi Son, de Softbank, y Larry Ellison, de Oracle. Junto con el vehículo de inversión MGX de Abu Dabi, prometen invertir 100.000 millones de dólares en hacer servidores para la IA, cifra que aumentará a 500.000 millones en cuatro años. OpenAI operaría la firma, mientras que SoftBank la financiaría.
No es tarea fácil. Un solo centro de datos adaptado a la IA y alimentado con 1 gigavatio de potencia podría costar hasta 50.000 millones, según una fuente cercana. OpenAI, que inició la fiebre del oro de la IA, no es rentable. La deuda neta de Softbank equivalía al 12,5% del valor de sus participaciones a finales de septiembre. Calculamos que, si la firma lo eleva hasta su límite objetivo del 25%, podrá pedir prestados unos 27.000 millones más.
La opción obvia es atraer a más inversores, el punto fuerte de Son tras convencer a fondos soberanos y a goliats de la tecnología como Apple para que contribuyeran a los Vision Fund. Fondos de infraestructuras gestionados por Brookfield o Blackstone ya han apostado fuerte por los centros de datos. Preqin cifra en 145.000 millones el capital disponible para invertir en infraestructuras en Norteamérica este año.
Quizá lo más tentador para estos gestores sea la opción de usar sus crecientes operaciones de deuda para esta tarea. Stargate podría usar préstamos fraccionados respaldados por activos como los chips que alimentan sus servidores. Blackstone ha recurrido al mercado de deuda respaldada por hipotecas comerciales para su firma de centros de datos QTS.
Claro, esto ya era cierto antes. No está claro hasta qué punto es nuevo: uno de los centros de Stargate ya se estaba haciendo. Lo que ofrece el anuncio de Trump es bombo y un sello de aprobación. Las acciones de Softbank y Oracle subieron un 10% y un 7%, respectivamente, tras el anuncio, una señal tentadora para otros posibles inversores. Los reguladores locales que sopesan los permisos para futuros proyectos saben ahora que son una prioridad de la Casa Blanca. El antiguo inversor de OpenAI Elon Musk, que ha discutido con Altman, atacó el miércoles el proyecto. Sea cual sea el resultado, la fiebre por la IA se acelera.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
