Versace tiene difícil encontrar comprador
Dar la vuelta a la firma supondría un reto y un riesgo para Prada, uno de los interesados
Versace está en venta. Capri, que también posee marcas como Michael Kors y que en 2024 fue objeto de una oferta fallida de adquisición de 8.500 millones de dólares por parte del propietario de Coach, Tapestry, ha puesto la marca en el mercado. Pero para la mayoría de los pretendientes parece difícil.
El viernes, Il Sole 24 Ore informó de que Prada era uno de los interesados en Versace. En cierto modo, no es de extrañar que la marca italiana, valorada en 20.000 millones de euros, esté entre los compradores que estudian un acuerdo. La dueña de Miu Miu estuvo mirando los escaparates de Versace en 2018, y las ostentosas oferta de la marca de menor tamaño pueden complementar el enfoque minimalista de Prada.
Y, lo que es más importante, este es uno de los pocos grupos de lujo que ha desafiado la peor recesión del sector europeo desde la crisis de 2008. Sus ingresos crecieron casi un 20% en los nueve primeros meses de 2024. El repunte de las ventas de Miu Miu explica el porqué.
Además, la operación podría ser barata. Versace vale unos 2.500 millones de dólares, incluida la deuda, usando las previsiones de Visible Alpha de 844 millones de ventas en el año fiscal 2026 y un múltiplo de 3 veces, según Bernstein. Prada también podría permitírselo: con una pila de efectivo neto de casi 300 millones, su deuda neta tras la operación solo aumentaría hasta el nivel de su ebitda previsto para 2026.
Aun así, dar la vuelta a Versace supondría un reto y un riesgo para el jefe de Prada, Andrea Guerra. En julio-septiembre, las ventas de Versace se desplomaron un 28% interanual. También registró unas pérdidas operativas de 3 millones.
Versace se centra cada vez más en las tiendas de descuento y los canales mayoristas, un enfoque diferente al de Prada. Y podría ser una distracción para las ambiciones más amplias de Guerra: está considerando una doble cotización en Europa, lo cual requeriría centrarse en el buen momento de Miu Miu en lugar de en una cuestionable integración.
Versace podría buscar en otra parte. Kering, dueña de Gucci, podría encajar, pero incluso una pequeña operación estiraría su ya tenso balance. Y LVMH podría apostar por marcas de más éxito como Moncler. Puede que Capri quiera deshacerse de su famosa marca, pero parece más fácil decirlo que hacerlo.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías