Las claves del día: la reducción de jornada o la frontera entre intención y realidad
No está el Congreso para dar por hecho nada
La situación entre el Ministerio de Trabajo, dirigido por Yolanda Díaz, y el Ministerio de Economía, capitaneado por Carlos Cuerpo, ha llegado a un punto en el que, de sentarse a comer el Ejecutivo tras el Consejo de Ministros, tendrían que decirle al presidente del Gobierno que, por favor, le pidiese la sal a su compañero. Trabajo insiste en que Economía está bloqueando la aprobación de la reducción de jornada, y que, si no se hace por vía de urgencia, no van a poder cumplir con el pacto alcanzado con los agentes sociales (con los sindicatos, porque con la patronal ya no se pacta mucho) de concedérsela a todos los españoles en 2025. Tampoco es que cumplieran el de Gobierno entre PSOE y Sumar de hacerlo en 2024.
Los de Cuerpo responden, por su lado, con un argumento que roza lo filosófico: la realidad (parlamentaria). Porque los pactos se pueden anunciar con bombo y platillo como si la firma de un ministerio valiese para que una medida salga adelante, pero de la intención a la realidad hay uno o varios trechos: primero, que uno gobierna en coalición y, segundo y más importante, que estamos en una democracia parlamentaria. Y no está el Congreso para dar por hecho nada.
China ya le ve las orejas al lobo Trump
La montaña rusa de emociones que acompañó a los mercados chinos durante los últimos meses del año pasado, al ritmo de los planes de estímulos –que primero convencieron a los inversores, para luego no, y así sucesivamente–, no tiene visos de acabar. Y la razón es la llegada del siempre beligerante (en lo económico, al menos) Donald Trump a la Casa Blanca.
Las amenazas proteccionistas del presidente electo merman la ya debilitada confianza de los mercados del gigante asiático, que no acaba de recuperarse del golpe de la pandemia y del terremoto que sacude su sector inmobiliario.
Muface y su particular juego del calamar
No es que solo pueda quedar uno, pero de facto, ya estamos en esas: con la renuncia de DKV, solo Asisa resiste como posible salvador de Muface. Se ve que el aumento del 33,5% en la compensación no ha sido suficiente para convencer a a la filial del grupo alemán Munich Re, que deja este servicio después de casi 50 años, con el argumento de que perdió 70 millones con el anterior concierto y que, con el nuevo, perdería entre 70 y 100, a pesar del esfuerzo presupuestario realizado.
Así pues, la secuela improvisada de El juego del calamar montada entre las aseguradoras y el Ministerio de Función Pública se reduce a un solo candidato. Y, mientras, millón y medio de funcionarios (servidores públicos), con su sanidad privada en el aire.
La frase del día
Italia afronta un dilema sobre cómo proteger sus comunicaciones sensibles, ya que actualmente no hay sistemas alternativos a Starlink. O hablamos con una empresa privada o no protegemos estos datos. ¿Cuál es el escenario preferible?Giorgia Meloni, primera ministra de Italia
La fiebre por robar vino contrasta con la caída del interés de los jóvenes por el alcohol
El alcohol es una tendencia a la baja: David Broncano brindó en las campanadas de La 1 con Champín, una bebida no etílica; y Donald Trump ha sido siempre abstemio (le afectó que un hermano suyo fuera adicto). El Ministerio de Sanidad constata que baja el consumo entre los jóvenes, pero como tiene que justificar su propia existencia con leyes de dudosa necesidad, prepara una para que descienda aún más.
Contrasta esto con la fiebre de los robos de botellas de vino valoradas en cientos de miles de euros. La afición a esta bebida no va a desaparecer de un día para otro, pero sí empieza a convertirse en un placer más minoritario y exclusivo: ya no se trata tanto de beber por beber, sino de disfrutar de añadas concretas y de las mejores calidades.
