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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El brillo juvenil de las redes sociales se está esfumando

La prohibición de varias plataformas en Australia recuerda a la historia de las tabacaleras

Redes sociales en un móvil, con la bandera australiana al fondo.
Redes sociales en un móvil, con la bandera australiana al fondo.Edgar Su (REUTERS)

Las redes sociales huelen cada vez más a tabaco. Una ley australiana que prohíbe a los niños usar TikTok, Instagram y Snapchat representa la última prueba del creciente temor a que estas apps dañen los cerebros en desarrollo. Los titanes tecnológicos probablemente puedan soportar cualquier pérdida inmediata de ingresos. Pero, como descubrieron las tabaqueras, los efectos a largo plazo son el verdadero lastre.

En noviembre se aprobó en Canberra una ley que prohíbe a los menores de 16 años acceder a los servicios de chat más populares. Hay algunas peculiaridades, como la exclusión de YouTube, porque lo usan los colegios. Meta sostiene que, si se aplican el año que viene, como está previsto, las restricciones podrían tener la consecuencia no deseada de exigir identificación personal o datos biométricos para cumplirlas.

Pero la decisión intensifica la idea de que las redes, como el tabaco, son adictivas y peligrosas para los jóvenes. El cirujano general [portavoz de salud pública] de EE UU, Vivek Murthy, alertó el año pasado sobre la exposición de los adolescentes, citando un mayor riesgo de depresión, ansiedad y trastornos alimentarios. Un grupo de más de 30 fiscales generales de EE UU también ha demandado a Meta, alegando un plan para explotar a los más jóvenes con fines lucrativos. Florida está intentando prohibir que los menores de 14 tengan cuentas.

Europa es un primer ejemplo. En respuesta a las normas promulgadas el año pasado, Meta suspendió la publicidad en el continente dirigida a personas de 18 años o menos, e introdujo una nueva opción de suscripción sin publicidad. Por ahora, sus ingresos en la región crecen más deprisa que en EE UU y Canadá, pero el ritmo también se ha reducido en los últimos trimestres.

Si más países siguen su ejemplo, el daño será aún más difícil de gestionar. Cerca del 16% de la población mundial tiene entre 10 y 19 años, según Unicef. Supongamos que representan el mismo porcentaje de los 3.300 millones de usuarios activos diarios de Meta, según Visible Alpha: es decir, 500 millones. Con unos ingresos medios de 49 dólares por persona, un margen ebitda del 50% y un múltiplo de 19 veces, equivaldría a casi 250.000 millones de dólares de valor empresarial en juego.

Las tabacaleras cuentan una historia aún más admonitoria. Phillip Morris y sus homólogas se vieron obligadas a pagar 200.000 millones en acuerdos legales durante un periodo de 25 años, en parte por dirigirse a los adolescentes. Además, entre 1998 y 2019, el consumo habitual de tabaco entre los alumnos de secundaria descendió de un máximo del 36% al 6%. Eso se tradujo en una pérdida de ingresos futuros de unos 4.000 millones en una sola cohorte de adolescentes estudiada por los Institutos Nacionales de Salud de EE UU. A medida que los padres preocupados, los funcionarios electos y las demandas judiciales aumenten la presión sobre las redes, estas también sentirán la quemadura.

TikTok y las elecciones

Los esfuerzos de Bruselas por regular las plataformas tienen ahora su propia historia de terror en Transilvania. La sorprendente victoria de Calin Georgescu, prorruso y amante de TikTok, en las elecciones presidenciales de Rumanía del 24 de noviembre deja aún más claro el poder de las redes sociales para socavar la democracia. Mientras Rumanía repite la votación, la cuestión es si otros comicios más importantes, como las elecciones federales alemanas del 23 de febrero, son igualmente vulnerables a la intromisión.

El día 4, la agencia de inteligencia rumana denunció que influencers pagados de TikTok, junto con grupos extremistas, habían impulsado la cuenta de Georgescu, un nacionalista de extrema derecha poco conocido. Su campaña también podría haber sido coordinada por “agentes estatales” foráneos. TikTok, propiedad de ByteDance, rechazó las acusaciones: afirma haber bloqueado o eliminado más de 516.000 cuentas falsas y de spam desde septiembre.

Aparentemente, la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE desincentiva en gran medida que las grandes plataformas se conviertan en ventiscas de desinformación. Si Bruselas decide abrir un caso DSA y declara culpable a ByteDance, puede multarla con hasta el 6% de sus ingresos globales, 7.000 millones de dólares en cifras de 2023. Pero es posible que las big tech den por sentado que cualquier sanción puede reducirse en caso de apelación.

Una alternativa es una prohibición general, como puede ocurrir en EE UU, cuyo Gobierno quiere que se separe el negocio nacional de TikTok. Pero en este caso el margen de actuación uniforme de la UE es menor. Los Estados pueden pedir a un tribunal que prohíba una plataforma si se considera que incumple la ley y se producen infracciones recurrentes de los mismos temas que puedan afectar a la seguridad y la salud públicas. Pero la propia Comisión Europea no puede.

Bruselas depende en gran medida de los Gobiernos nacionales y de la autovigilancia. Eso es complejo. TikTok es popular: tuvo una media de 150 millones de usuarios en la UE entre febrero y julio. ByteDance puede protestar porque rivales como Facebook, que también afronta un caso DSA, están igual de expuestos a abusos.

Alemania no está del todo indefensa. Los Estados pueden solicitar mesas redondas con la UE y las plataformas, como TikTok. En ellas se establece cómo funciona el proceso electoral, qué medidas tomarán las empresas para garantizar que no se haga un uso indebido y, lo más importante, con qué rapidez actuarán para eliminar los posts engañosos. Este proceso se siguió con cierto éxito en Eslovaquia en 2023. En Rumanía, el diálogo no se produjo hasta después de los comicios, cuando el daño ya estaba hecho.

Si Berlín deja claro que organizará un proceso equivalente antes de las elecciones, Alemania saldrá beneficiada. La petición de la UE de que TikTok guarde todos los datos relacionados con los comicios desde noviembre hasta marzo del año que viene también debería de desincentivar futuras injerencias. Aun así, la integridad de la democracia europea requiere un cierto grado de esperanza.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías


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